Las clarisas celebran los 800 años de la conversión de su fundadora

Los actos conmemorativos comenzarán el Domingo de Ramos y se prolongarán hasta el 11 de agosto de 2012, festividad de Santa Clara

Las religiosas con el cartel anunciador de la festividad en el claustro del convento.

Este año 2011 será muy especial para las diez religiosas que habitan el convento de Santa Clara de Medina de Rioseco, pues celebran el octavo centenario de la conversión de su fundadora, Santa Clara, que hace 800 años renunció a su acomodada vida noble para ingresar, primero, en un convento de su tierra natal, Asís, y posteriormente fundar la orden que lleva su nombre. Según ha explicado Sor Piedad Cuadrado, una de las clarisas riosecanas, la celebración comenzará el próximo domingo 17 de abril, Domingo de Ramos, festividad que eligió la Santa para escaparse casa e ingresar en un convento.

Sor Piedad Cuadrado con La Regla de la Orden (1491).

Ese día está prevista una eucaristía a las 18 horas, en las que se revivirá el momento histórico en el que el obispo de Asís entregó la palma a la que siglos más tarde fue Santa. “La historia cuenta que Clara eligió ese día para escaparse de casa, pues sus padres no permitían que ingresara en un convento. En la misa del Domingo de Ramos, a la que sí asistió con su familia, fue el obispo de Asís quien se acercó a ella y la entregó la palma, como señal inequívoca de lo que debería hacer horas más tarde. Nosotras rememoraremos ese gesto, cuando el padre que celebre la eucaristía se dirija a la madre abadesa y la entregue una palma”, relata la religiosa.

Las más de 18.000 clarisas que habitan en 1.250 conventos de todo el mundo celebrarán durante todo el año 2011 y hasta el 11 de agosto de 2012 (festividad de Santa Clara) este octavo centenario. En Medina de Rioseco, aún no se conoce el programa definitivo de actos conmemorativos, aunque ya ha trascendido que se celebrará un concierto de música sacra y un triduo en honor de su patrona, que oficiará el nuevo arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez.

Para las monjas riosecanas (cuatro españolas, dos mexicanas, dos keniatas novicias y dos tanzanas postulantes) que viven tras los muros de este histórico convento riosecano, surgido bajo el auspicio de los Almirantes de Castilla, a finales del siglo XV, el inicio de los actos del centenario de la conversión de Santa Clara coincidirá con el final de la Cuaresma, en la que intensifican sus horas de trabajo para tener a punto los centenares de túnicas  de lienzo blanco de la Semana Santa que, como es costumbre, lavan, almidonan y planchan durante estos días.

Clara de Asís nació en 1194 en el seno de una ilustre familia aristócrata de la ciudad italiana de Asís. A la edad de 16 años fue prometida en matrimonio a un joven de la nobleza, aunque ella lo rechazó. Sin embargo, oyó predicar a San Francisco de Asís y comprendió que debía dedicar su vida al Señor. Ante la negativa de sus familiares, el Domingo de Ramos de 1212 Clara huyó de su casa y se encaminó al convento de Porciúncula, donde profesó los tres votos monásticos. Más tarde fundaría la orden de las clarisas, junto a San Francisco de Asís. Sus hermanas e incluso su madre, ya viuda, se ordenarían también monjas más tarde. Clara murió el 11 de agosto de 1253. Hoy aún se venera su cuerpo incorrupto en la basílica de Santa Clara de Asís (en la imagen). Se atribuyen varios milagros de la Santa y desde la Edad Media se la relaciona con el buen tiempo, por eso las novias hacen una ofrenda, consistente en huevos, para que no las llueva el día de su boda.

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