Las calles de Medina de Rioseco, (Primera parte)


Teresa Casquete Rodríguez . Historiadora del Arte

La ciudad de Medina de Rioseco, como tantos otros municipios de origen comercial, posee un diseño urbanístico conocido como espina de pez. Este tipo poblacional se caracteriza por tener una calle principal que recorre la ciudad de norte a sur, con una serie de calles que parten de ella perpendicularmente. Efectivamente, la Calle Mayor riosecana vendría a ser el centro de ese espinazo del que parten multitud de vías, en su mayoría estrechas y con un diseño tortuoso y típico medieval, que rara vez se ensanchan y se convierten en una pequeña plaza o corro.

Observando un plano del municipio podremos ver como existe un núcleo poblacional con una forma oblonga, que responde a las viviendas levantadas en el interior del recinto amurallado. Esas viviendas, debido al escaso suelo existente en el interior de las murallas, son edificios estrechos, de varios pisos, que intentan ganar metros volando unos sobre otros, sobre canecillos de madera tallados.

En el siglo XVI ya empezaron a edificarse diferentes arrabales, calles y barrios construidos fuera del recinto murado y que hasta el día de hoy han mantenido su estructura. El barrio del Carmen, la calle San Juan, con la calle Nueva y Ancha, el barrio de San Miguel hasta la carretera de Villarramiel son un ejemplo.

Gracias a un padrón realizado en 1652 y conservado en el Archivo Municipal, podemos hacer hoy un recorrido por las calles del Rioseco de ese momento, conocer los nombres originales de sus calles y su significado. Este padrón fue la base usada por Benito Valencia Castañeda para sus Crónicas de Antaño, especialmente para los primeros capítulos en los que se describe el ambiente urbano de la ciudad, entonces villa.

Vamos a desgranar en un listado todas ellas:
–    La Calle San Juan ya era conocida con este nombre en 1652, aunque durante la II República se cambió por el del Fermín Galán, militar, protagonista de la sublevación de Jaca. Desde su nacimiento ha mantenido sus dimensiones. Tiene su comienzo en el Corro de Santo Domingo, donde estaba situada la Puerta de San Juan, una de las entradas a la ciudad, llamada así por tener una capilla dedicada al patrón de la ciudad, San Juan Bautista. Finaliza en el Parque de la Dársena. Tuvo un desarrollo urbanístico muy importante durante el siglo XIX y los primeros años del XX, cuando las familias relacionadas con la industria local, construyeron allí sus viviendas de amplias fachadas y numerosos balcones.

–    La Calle Castilviejo, desde el siglo XVI hasta hace escasos años era conocida como la Calle de La Pinilla, debido a la pendiente del terreno.

–    La Calle San Pedro, responde a su cercanía a la iglesia de San Pedro Mártir, ya se llamaba así en 1652 y es vecina del barrio de Los Molinos, situado en la loma en la que hasta mediado el siglo XIX existieron unos molinos de viento. Así se puede contemplar en el grabado de Carle Vernet, del que ya hablamos en este apartado de LA VOZ DE RIOSECO.

–    Cercanas a estas vías se encuentran la Calle del Carmen, que recibe el nombre del convento de las carmelitas y la Calle del Matadero, llamada así porque hasta el siglo XIX el principal matadero que abastecía las carnicerías riosecanas estaba situado en la actual Plaza de la Solidaridad, que era conocida entonces como la Plaza del Matadero.

–    La actual Avenida Juan Carlos I, no se consideró como calle hasta las primeras décadas del siglo XX, en que debido al crecimiento del tráfico se decidió desviar el camino de Valladolid a León, que durante siglos había atravesado la Calle Mayor. Esta vía ha recibido varios nombres todos ellos relacionados con el régimen político del momento. El que mayor duración tuvo fue el de Avenida José Antonio Primo de Rivera. La parte comprendida entre la calle del Carmen y el Instituto de Educación Secundaria, se conoce como Calle Garrido Capa, pero no he podido averiguar a cuál de los hermanos Garrido Capa está dedicada la calle.

–    La Calle de Las Armas es la primera de las vías que une la carretera nacional con la Calle Mayor. Ya se llamaba así en 1652, aunque para esa fecha ya no vivía en ella ningún maestro armero. A mitad de su recorrido existe una encrucijada.

–    Al poco de entrar en ella, surge a su derecha una pequeña calle conocida como Portales del Carbón, que en 1652 se llamaba Portales de Torre Salado, y que en fecha indefinida cambió su nombre por el la vecina Puerta del Carbón.

–    A la izquierda tenemos la Calle H. Cortés, desconozco totalmente las razones por las que el Ayuntamiento ha decidido darle tal nombre, ya que no existe ninguna relación entre Hernán Cortés y Medina de Rioseco, si es que la inicial H, se refiere a tal personaje, puesto que en el consistorio tampoco han sabido darme mayor explicación sobre el significado. Esta calle, que hoy carece de salida, es una de las rondas por las que discurre la muralla, y en la que aún se conservan algunos restos. Hasta mediados del siglo XX tenía salida a la Calle Mayor a través de un pasadizo cubierto, cuya salida se situaba, exactamente en la pared sobre la que se apoya hoy el panel de anuncios municipales. En 1652 y hasta, al menos, los años 50 del siglo XX, esta calle era conocida como Ronda de Los Pizarro, porque daba a ella la parte de atrás de la vivienda de esta familia riosecana.

–    De ella parte otra calle conocida como Corrales de Gavia, conocida así por la misma razón que la Ronda de los Pizarro. Siempre fue una calle sin salida (corral) hasta que en el siglo XX se derribó parte de la muralla para crear un acceso a la actual calle H. Cortés.

–    En la encrucijada a la que hemos hecho relación anteriormente, y el lado derecho parte la Calle Huerto Estrada, que no se describe en el callejero de 1652 y de la que desconozco el porqué de su dedicación y quién era tal personaje. Tan sólo podemos decir de ella que es parte de la ronda de la muralla que iba hasta la Puerta del Carbón y que aún conserva los restos de la muralla incrustados en los muros de las actuales viviendas. En 1652 esta calle era conocida como Caballerías del Almirante.

–    La anterior calle va a dar a otra de las comunicaciones con la Calle Mayor. Se trata de la Calle del Castillo, que comunica la carretera nacional con el alto donde se encontraba la fortaleza de los Enríquez. Es de moderno diseño, ya que hasta bien entrado el siglo XX no existió la actual manzana que la cierra por su lateral izquierdo.

Continuará…

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