La Virgen y el Cristo de Castilviejo regresan a su casa

Cientos de riosecanos acompañaron a la patrona, a pesar de la lluvia, entre rezos y cánticos hasta la ermita, donde tendrá lugar este domingo la romería

L.A.G. / Foto: Fernando Fradejas / David Carpintero

Más de un centenar de riosecanos participaron ayer en el tradicional traslado de las imágenes del Cristo y la Virgen de Castilviejo a hombros hasta su ermita. La procesión, que partía de la iglesia de Santa María, estuvo amenizada por diferentes rezos y cánticos en honor de las dos imágenes y marcada por la inminente amenaza de lluvia.

Las tallas han pasado una semana en la ciudad de los Almirantes. Durante estos día ha tenido lugar la popular novena en honor a la patrona que, predicada por el sacerdote Sebastián Aldavero García, ha tenido cada día una dedicatoria especial. De esta manera se han ofrecido misas por los niños, la música, los jóvenes y voluntarios, los trabajadores, comerciantes, taller ocupacional y empresarios, las vocaciones sacerdotales y religiosas, los deportistas, las cofradías de Semana Santa, los mayores y por las familias y los enfermos.

Las primeras gotas cayeron llegando al corro del Carmen, donde el traslado hizo un alto en el camino para rezar y cantar la Salve a la patrona de todos los riosecanos. Las probabilidades de lluvia que auguraban los nubarrones que cubrían el cielo no desanimaron a nadie y todos continuaron el camino hasta la ermita. La noche se echó encima de los hombros de los riosecanos, que cargando también con las imágenes, llegaban al santuario entre luces de linternas y ante una intermitente lluvia que hizo que el Cristo fuese cubierto con un plástico. Ya en la ermita continuaron los cánticos y los rezos y con diferentes vítores el sacerdote se despidió de los presentes.

Miles de riosecanos en el día grande de la patrona
Hoy, miles de vecinos y foráneos se acercarán hasta la ermita de la Virgen de Castilviejo para celebrar la festividad de su patrona con una popular romería. A las 12.30 horas se oficiará la solemne misa, seguida de la popular procesión de las imágenes de la Virgen y del Cristo por la pradera con el acompañamiento de los bailes y el repiqueteo de las castañuelas del Grupo de Danzas Ciudad de Medina de Rioseco.

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