A mediados del siglo XVIII, una ciudad de importancia (aunque ya venida a menos) como era Medina de Rioseco, no podía quedarse atrás en ninguna de las novedades del siglo. Las ideas regeneradoras de la Ilustración habían llegado a España de la mano de los Borbones, y entre ellas se encontraban las sociedades económicas de Amigos del País. Con el objetivo de mejorar la economía de la localidad que representaban y, por extensión, de España, se pusieron en marcha estas asociaciones en las que los miembros trataban de localizar los problemas existentes en el municipio o territorio de su competencia, a la vez que solucionarlos con la aportación de los nuevos conocimientos científicos y los nuevos enfoques ilustrados.
En 1786 se ponía en marcha la “sucursal” de Medina de Rioseco, que estuvo formada desde un principio por los miembros de la clase alta local: hidalgos, grandes agricultores y ganaderos,oficiales del ejército, adinerados hombres de negocios y el clero.
El lema usado por la Sociedad Económica de Amigos del País riosecana fue: “Zelusamovitque culpas, et veteresrevocavit artes”, una afirmación muy similar a la usada por la Academia de Bellas Artes de Venecia y que traducido al español dice lo siguiente “La emulación persiguió los errores e hizo revivir las antiguas técnicas”. Como divisa se echó mano en un principio del dibujo “de una Matrona en el acto de levantarse de su asiento a la vista de un Anciano venerable, que representará al zelo público, a cuyas espaldas se figurará el sol que nace: a los pies del Anciano se verán varios instrumentos de labor, y de la boca de la Matrona saliendo estas palabras: Exurgamdiliculo(surgirá de madrugada)”. Este emblema debió de resultar demasiado elaborado por lo que se usó otro más sencillo, que es el vemos en este artículo, en el que aparece la figura del Celo Público, volando sobre una nube, iluminando a la humanidad con una antorcha en una mano y espoleándola el ánimo con un azote en la otra. Hay que aclarar que el celo público no es otra cosa que el interés en la defensa de una causa y el esmero en el cumplimiento del deber.
Desconocemos de quién partió la idea de la creación de una sociedad de Amigos del País en Rioseco, aunque bien pudo ser inspirada por la Sociedad Económica Matritense, que en 1780 se había desplazado a nuestra ciudad para comprar un telar de pasamanería (industria que gozó de una gran importancia en la localidadriosecana) y usarlo para expandir esta producción en la capital española. Lo cierto es que la sociedad riosecana comenzó su camino seis años más tarde de la visita madrileña. Sus constituciones quedaron aprobadas el 27 de mayo de 1786 por el rey Carlos III. Tanto éstas, como el discurso ofrecido por su director el 14 de septiembre de ese mismo año, son una importante fuente de información histórica sobre la situación de Medina de Rioseco a finales del siglo XVIII.