La Plaza Mayor desde la torre de San Francisco


Teresa Casquete Rodríguez / Historiadora del Arte


Y volvemos de nuevo con la Plaza Mayor, esta vez, con una vista obtenida desde la torre de San Francisco. La foto es ciertamente interesante, porque a la derecha de la misma podemos observar uno de los escasos testimonios que existen de cómo era la Plazuela de Santa Ana, antes de su desaparición. Esta fue la primitiva ‘plaza mayor’ riosecana, y en ella confluían las calles de Los Lienzos, Cárcel Vieja y Especería. Estaba formada por centenarios soportales de pilastras de piedra y pies derechos de madera, herencia del pasado comercial de nuestra ciudad. En uno de los lados se encontraba el ‘Rincón de Unamuno’, junto al hospital e iglesia de Santa Ana (o de San Juan de Dios), y junto a él la vivienda alquilada al regimiento, para su uso como Ayuntamiento.

La población se agolpaba en calles estrechas y tortuosas, sin pavimentar, con viviendas estrechas, pero muy altas, dos, tres y hasta cuatro pisos, volados sobre canecillos, típico del urbanismo medieval, que limitaba la construcción al terreno comprendido dentro de las murallas. Algunas casas, de familias más pudientes, tenían fachadas más amplias y contaban con patios, y grandes balconadas.

Lo cierto es que a principios del siglo XX (fecha de esta fotografía), pocas cosas habían cambiado en Rioseco, sobre todo en cuanto a la forma de habitación. Eran exactamente los mismos edificios construidos hace 400, 500 ó 600 años, con escasas reformas, como los balcones venecianos, que vemos en la vivienda abajo a la izquierda, o los antepechos de hierro forjado más elaborados que los de siglos anteriores.

Sobre todos los tejados destacan los templos, Santa Cruz a la izquierda y, cómo no, Santa María, con su torre, que desde el siglo XVIII sigue siendo el faro de todos los riosecanos.

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