La plaza de toros, en sorprendente vista de pájaro


Miguel García Marbán


A vista de pájaro, la plaza de toros de Medina de Rioseco destaca por su bella forma de perfecto polígono de diez lados. Construida con piedra de sillería, mampostería, adobe y madera, entre los años 1858 y 1860, en los terrenos que fueron del convento carmelita masculino, fue inaugurada el 23 de junio de 1861, actuando como primer espada Francisco Arjona Guillén, Cúchares. Desde entonces, esta plaza de toros ha estado presente en el acontecer histórico de la Ciudad de los Almirantes. Sin embargo, desde el cielo, ese pasado desaparece para dejar que surja la fuerza de las formas y de los volúmenes.

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