La plantilla del Real Valladolid celebró su permanencia en Primera División con una suculenta comida en el restaurante El Rincón del Labrador de La Espina. Fue el entrenador serbio Miroslav Djukic quien invitó a los jugadores, al equipo técnico, utilleros y cuerpo médico, en lo que quizá podría ser su despedida del conjunto blanquivioleta.
Aún queda un partido (sábado 21 horas frente al Mallorca) pero los de Djukic ya no se juegan nada. Por eso el ambiente reinante en el almuerzo fue distendido y no cesaron las bromas y el buen apetito porque el menú fue de órdago. Estuvo compuesto de cecina, queso de cabra, puerros de la huerta y ensalada de tomate, a modo de entrantes; sopas tostadas al horno, caracoles y bacalao al ajo arriero; además de carne a la piedra, uno de los platos estrellas del restaurante regentado pro Fernando Martín. Todo ello endulzado por un timbal de postres caseros y regado por caldos de bodegas Emilio Moro.