Fue la última oportunidad desfilar los pasos, al menos, este año. Y riosecanos, cofrades e, incluso, algunos visitantes no quisieron perdérselo. Existían muchas ganas de ver los conjuntos escultóricos en la calle, especialmente los de la procesión del Jueves Santo que, por tercer año consecutivo, tuvo que suspenderse por la lluvia.
Tras las misas por el recuerdo de los hermanos difuntos de las diferentes cofradías, (las del Viernes, en Santa María y las del Jueves, en Santiago) los pasos fueron saliendo de sus respectivos templos hasta llegar al templo de Santa Cruz, sede del Museo de Semana Santa.
Fue un traslado muy ordenado, con los pasos a pocos metros unos de los otros y se pudieron ver desfilando por la calle Mayor en todo su esplendor. Los más mayores y los más jóvenes también pudieron arrimar el hombro. Unos para recordar tiempos pasados, cuando aún tenían edad legal para sacar sus pasos; otros esperando el día en que tengan el privilegio de cargar por primera vez.
Poco a poco, los 20 pasos que permanecían en Santiago y Santa María fueron depositándose en sus lugares correspondientes en el Museo de Semana Santa, para que este espacio dedicado a la Pasión cobre vida y riosecanos y visitantes puedan contemplar la grandeza de esta manifestación. Por el momento, habrá que esperar algo más de un año para que vuelvan a la calle. Será en la Semana Santa 2014. Algunos ya la esperan con impaciencia.