Una de las anécdotas más divertidas de la Semana Santa de Rioseco tuvo lugar el pasado Domingo de Resurrección en el momento del Encuentro entre Jesús Resucitado y la Virgen de la Alegría. Tras despojarla de sus lutos, se soltaron tres palomas al cielo riosecano. Una de ellas no logró remontar el vuelo y fue a parar a los hombros del presidente de la Junta de Cofradías, Andrés San José, quien la tomó en sus manos, con la consiguiente sonrisa de todos los que estaban a su alrededor.