La merecida despedida de dos historias vivas del instituto

José Manuel Rabanal y Lidia Novo se jubilan tras varias décadas de docencia
En esta entrevista repasan su carrera profesional y su paso por Campos y Torozos

Redacción. Fotos: D.C.G.

Para los profesores Juan Manuel Rabanal y Lidia Novo la despedida del curso 2016-2017 no será como la de años anteriores. En dos meses, cuando el nuevo curso comience y el Instituto Campos y Torozos de Medina de Rioseco se llene de vida, de nuevas caras, de ilusiones y, en definitiva, de alumnos… ellos ya no estarán.

Han alcanzado su merecida jubilación después de varias décadas ejerciendo su vocación: la docencia. Hace unos días, sus compañeros de claustro les tributaron –por sorpresa- un emotivo homenaje en el que no faltaron los discursos, la música y alguna que otra lagrimilla. Junto a Juan Manuel Rabanal y Lidia Novo también se despedía, por jubilación, la profesora María Luisa González.

Desde La Voz de Rioseco hemos querido entrevista a Juan Manuel y Lidia como dos historias vivas del instituto riosecano. Por sus manos docentes han pasado centenares de alumnos. Hoy bien se merecen el reconocimiento de toda la comarca.

LA VOZ: ¿Qué asignatura han impartido y durante cuantos años?

JUAN MANUEL: Soy licenciado en Ciencias Ecológicas y he impartido casi siempre las asignaturas de Biología y Geología, aunque en todos estos años –pues yo inauguré el instituto en el año 1983- he dado casi de todo. Anteriormente también di clases en el colegio San Buenaventura, desde el año 1978.

LIDIA: Yo soy Ingeniero técnico industrial y he impartido las asignaturas de tecnología e informática. En este instituto llevo 25 años.

 

LA VOZ: ¿Qué les ha parecido la sorpresa de sus compañeros?

JUAN MANUEL: Ha sido estupenda y maravillosa.

LIDIA: Ha sido impresionante; no sabíamos nada así que imagínate…

 

LA VOZ: ¿Con qué se quedan de su paso por el instituto de Rioseco? ¿Recuerdan algún momento especial?

JUAN MANUEL: Con Rioseco, con la gente de Rioseco. Me quedaría con todo, han sido 40 años estupendos.

LIDIA: Con lo bueno, con los buenos compañeros, amigos, estudiantes y demás… Estoy tan emocionada y se me agolpan tantos recuerdos en la cabeza que no podría quedarme con uno en especial.

 

LA VOZ: ¿Se quedan con a algún alumno? ¿Con algún profesor?

JUAN MANUEL: Yo con todos los alumnos, ellos son a los que nosotros debemos educar y por eso no me quedo con ninguno en especial. Ahora mismo recuerdo a todos los compañeros…

LIDIA: En estos momentos no recuerdo a ningún alumno en especial, me quedo con todos, con el cariño de los compañeros.

 

LA VOZ: ¿Cuántos alumnos han pasado por sus manos?

JUAN MANUEL. Montones de generaciones… Los papás, los hijos y casi los nietos (risas)

LIDIA: No sabría calcular, pero seguro que más de mil

 

LA VOZ: ¿Cuál ha sido el momento más triste y más feliz de su carrera profesional?

JUAN MANUEL: Lo triste siempre se aparca, aunque me daba mucha pena cada vez que tenía que salir e ir a otras provincias a trabajar. Sin embargo, probablemente, eso fue lo que me enriqueció. Lo mejor, por contrario, era el regreso.  

LIDIA: No puede quedarme con ningún solo. Yo creo que todos han sido bueno en su conjunto. Los malos es mejor no recordarlos.

 

LA VOZ: ¿Cómo definiría su profesión cómo profesor?

JUAN MANUEL: Maravillosa

LIDIA: Con mucha paciencia, yo creo, y mucha constancia y sacrificio

 

LA VOZ: ¿Cómo será partir de ahora su vida?

JUAN MANUEL: ¡Ah!, no lo sé, dentro de dos meses pues hablamos…

LIDIA: Todavía no lo he pensado; pero espero que más relajada y tranquila que hasta ahora.

 

LA VOZ: ¿Se le hará duro no volver el 1 de septiembre?

JUAN MANUEL:

LIDIA: Bueno yo en teoría vuelvo el 1 de septiembre, porque me jubilo el 30. Pero supongo que a partir de ese día será muy duro.

 

LA VOZ: Un deseo para el instituto de Rioseco

JUAN MANUEL: Que continúe muchos años y que lo cuiden.

LIDIA: Que siga adelante, que no pierda alumnos y que los profesores que vengan sigan trabajando por el instituto, por sus alumnos y por Rioseco.

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