La manía de algunos de no utilizar las papeleras



Esta es la penosa imagen con la que se encuentran, especialmente, los fines de semana riosecanos y visitantes en algunas céntricas calles de la ciudad: bolsas, envoltorios y otros papeles de golosinas y frutos secos. Y que conste que no es una crítica al Ayuntamiento y a su servicio de limpieza (a los que luego toca recogerlo), sino más bien a la falta de educación de algunos niños y no tan niños que nada más salir del kiosko y consumir los productos arrojan sin ningún pudor los restos al suelo, teniendo la papelera a escasos metros. El viento se encarga de hacer el resto y esparcirlo a lo largo de toda la calle, lo que produce una sensación de suciedad y dejadez difícil de reproducir en una fotografía.

share on: