La joya de la orfebería riosecana por las calles de la ciudad

La custodia de Antonio de Arfe desfila en el día del Corpus Christi a ritmo de la Banda Municipal y acompañada de los niños de Primera Comunión

Al filo de la una de la tarde el repique de campanas de la torre de Santa María anunciaba la salida de la Custodia riosecana, una joya de más de ochenta kilos en plata, que volvía desfilar –fiel a la tradición- un año más por las calles de la ciudad en la festividad del Corpus Christi. La misa cantada por la coral riosecana Almirante Enríquez fue el prólogo al cortejo.

A pesar de lo desapacible de la mañana, por el fuerte viento reinante, la temida lluvia no hizo acto de presencia y la procesión pudo celebrarse con total normalidad. La Banda Municipal de Medina de Rioseco puso el toque musical y los niños de Primera Comunión abrieron el desfile que trascurrió por calle de Santa María, Rúa Mayor, Plaza Mayor, atrio de Santiago y calle Mediana para, de nuevo, regresar a la iglesia parroquial.

Pero el momento más interesante del desfile llegó en el atrio de Santa Cruz, allí el párroco de la localidad, Juan Carlos Fraile protagonizó un encuentro con la Virgen Inmaculada en un precioso altar en el que no faltó los ornatos de la rica orfebrería ubicada en los diferentes museos, en el que no faltó el frontal de plata. Allí, además los bebés nacidos en los últimos doce meses fueron bendecidos, antes de que la procesión prosiguiera su marcha. En el atrio de Santiago se volvió a repetir el ritual ante un altar ubicado en la portada principal.

Cáritas Rioseco recauda fondos para los más necesitados
Como cada año la organización Cáritas Rioseco instaló durante toda la mañana dos mesas petitorias, una en la puerta de Santa María y otra en la calle Mayor, para recaudar fondos para los más necesitados. Ilidio Cano, responsable de la delegación en Rioseco, recordó que también la colecta de la eucaristía, al igual que la del Jueves Santo, “dos días de caridad”, se destinan tal fin. El dinero obtenido se consigna a los programas que gestiona Cáritas en la localidad, especialmente a la ayuda de transeúntes y desfavorecidos. “Tenemos una media de una tención diaria de tres transeúntes. Se les ofrece una comida o una cena y ayuda para el transporte si lo necesitaran”, dice Cano, quien asegura que con la crisis ha crecido el número de demanda de ayuda considerablemente.

Fotografías de Fernando Fradejas, José Ignacio Santamaría, Miguel García y David Carpintero

share on: