La imponente Oración del Huerto de Andrés Solanes


Texto: Fundación de Las Edades del Hombre


Tras la cena y el lavatorio de los pies, Jesús y sus apóstoles salieron hacia el huerto de Getsemaní, en el monte de los Olivos. Allí llega a experimentar tristeza y angustia ante la muerte. Su oración expresa el natural deseo de librarse de ella, pero acepta la voluntad del Padre. Y un ángel le conforta.

Hacia 1628, la Cofradía de la Vera Cruz de Valladolid decidió encargar este paso procesional al escultor Andrés Solanes, discípulo y oficial de Gregorio Fernández, sin duda uno de los más próximos al maestro para quien trabajaba aún cuando falleció en 1625. La repercusión del paso en otras cofradías de la provincia debió ser muy grande, como demuestran las copias, que aún se conservan en Medina del Campo, Medina de Rioseco, Nava del Rey y Tordesillas.

Las esculturas de Solanes, que en alguna ocasión se llegaron a atribuir al propio Fernández, están cerca del último estilo de éste, aunque no alcancen su calidad. El Cristo envuelto en un ampuloso manto de profundas quebraduras, muestra un rostro con un alto grado de patetismo, que contrasta con la apariencia más inexpresiva del ángel.

Oración del Huerto, Andrés Solanes. 1628
Madera Policromada
Cristo: 166 x 125 x 105 cm; Ángel: 178 x 110 x 113 cm
Iglesia Penitencial de la Santa Vera Cruz de Valladolid

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