La impagable y callada labor de Fernando Fradejas en La Voz

Fradejas ha sido durante ocho años el encargado de la imagen en La Voz de Rioseco

Los editores. Fotos: Fernando Fradejas

Si hay una persona que, en ocho años de trayectoria de La Voz de Rioseco, lo ha dado todo a cambio de nada por este proyecto es Fernando Fradejas, quien corrige al que suscribe. “¿A cambio de nada? A cambio de mucho. La Voz me ha permitido mostrar al mundo mis fotografías y colaborar con un proyecto apasionante. Ha sido un placer que jamás olvidaré”, afirma en una buena charla, tomando un café.

Ha sido testigo, junto a su inseparable cámara de fotos, de todos los acontecimientos que se han sucedido en estos casi 100 meses de aventura periodística. Siempre de forma desinteresada, pero con un amor hacia este periódico, con una pasión por esta afición y con una perseverancia que es imposible relatar con sus palabras.

Hace ocho años, Fernando Fradejas –con su inseparable amigo Miguel García Marbán, otro de los valedores de La Voz- dijo un sí rotundo, sin pensárselo dos veces. Se embarcaba, sin rumbo fijo, en este viaje que ha sido apasionante. En los mejores momentos, Fernando nos hacía estar con los pies sobre el suelo; en los peores, era el hombro sobre el que apoyar las dificultades.

A Fernando le mueven dos pasiones incontroladas: la fotografía y Medina de Rioseco. Siempre ha reiterado que su momento especial a lo largo del año era la Semana Santa, donde podía dar rienda suelta a su entusiasmo por la imagen; pero siempre en un segundo plano, sin dejarse ver, sin ser visto. Colaborando, no solo con La Voz, sino con todo aquel medio de comunicación, colectivo o persona que se lo pidiera.

El cierre (temporal o definitivo, quién sabe) de La Voz no apagará su obturador fotográfico. Así que, queridos lectores podrán seguir disfrutando de las fotos de Fernando Fradejas en otros muchos lugares. Eso sí que es un alivio. Y a ti, Fernando Fradejas, Fernando a secas, o Fradejas, como te conocemos todos. Gracias. Ninguna palabra como esta se nos ocurre para agradecerte las miles de horas que has echado en este proyecto. Siempre con una sonrisa, con una broma, con un chascarrillo. Eres grande Fradejas y todo el mundo lo sabe. Y por cierto ¿qué hay de tu liquidación?, como siempre bromeas. Ya sabes cobrarás el doble: antes nada; ahora nada de nada.

Gracias por ser durante ocho años nuestro fotógrafo; gracias por ser para siempre nuestro amigo.

José Ángel y David.

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