La Flagelación restaura el tablero de su paso

Los ebanistas Juan Carlos Salán y Jesús Cano han realizado una nueva estructura interna conservando la rica decoración exterior que data de 1902

M. García Marban

El paso de La Flagelación  lucirá esta tarde, en la procesión del Mandato, la restauración de su tablero que ha sido realizada en los tres últimos meses por los ebanistas riosecanos Juan Carlos Salán y Jesús Cano a encargo de la hermandad titular del mismo nombre.

Las razones de esta iniciativa han venido motivadas porque el tablero, con el que La Flagelación ha procesionado en los más de cien últimos años, estaba en muy mal estado y presentaba serios problemas de carcoma que habían dañado la estructura interna del tablero. Por su parte, el joven ebanista Juan Carlos Salán explicó que “la estructura se ha llevado a cabo siguiendo los métodos más tradicionales respecto a ensamblajes, espigas, pasantes y travesaños de madera”.

El tablero anterior fue realizado en el año 1902 por el vallisoletano Timoteo García quien cobró 900 pesetas pagando cada hermano una derrama de 50 pesetas. Además se pagó 15 pesetas para que se trasladase el viejo tablero a Valladolid, de los que se desprende que fue utilizado en la realización del nuevo como se ha descubierto cuando se ha hecho la actual restauración.

La decoración de aquel tablero de 1902 con rica decoración con animales marinos en los palotes, con las Armas Christi, mascarones en los ángulo y otros motivos, que se encontraba en perfecto estado, ha sido recuperada en su totalidad sobre la nueva estructura interna en una restauración que, con coste aproximando a los 12.000 euros, ha sido financiada con fondos europeos a través del Leadercal y de la propia hermandad riosecana.

Hay que recordar que los ebanistas Juan Carlos Salán y Jesús Cano, además de este tablero para La Flagelación, tienen en el haber de su joven experiencia la realización del tablero del nuevo paso del Cristo de la Clemencia junto al también ebanista José Agustín Moras, que salió en procesión, por primera vez, el Martes Santo del pasado año, las restauraciones de los tableros de los pasos de la Soledad y del Sepulcro o, más recientemente, las puertas de la portada gótica de la iglesia de Santiago.

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