Casi todos tenemos en mente la imagen del antiguo Hostal de los Almirantes, un emblemático lugar en el que tantos visitantes descansaron. Su restaurante, su piscina y su cafetería forman parte del pasado más reciente de Medina de Rioseco. Pero desde su cierre hace ya varios años el lugar agoniza y muestra al exterior su decadencia. La maleza se ha apoderado de todo el porche, convirtiéndolo en una auténtica selva y ventanas y balcones destartalados ofrecen una imagen desoladora y vergonzosa de este edificio. Los vecinos del barrio se han quejado de la proliferación de ratas y para colmo los turistas que visitan Medina de Rioseco y el Museo de San Francisco se encuentran con este panorama a la entrada de la ciudad. La celebración de la procesión del próximo Jueves Santo desde la iglesia-museo de San Francisco podría ser una buena excusa para que los propietarios o a quien le corresponda adecenten un poco el lugar; porque de lo contrario la imagen que vamos a proyectar no va a ser la más adecuada.