La Crucifixión y el Longinos de la Escuela de Amberes


Texto extraído del Catálogo de Passio

Estas dos obras forman parte de una heterogénea colección de nueve pinturas sobre cobre pertenecientes al convento de la Concepción del Carmen de Valladolid, fundado por Santa Teresa en el último cuarto del Siglo XVI. Comparte con La Lanzada de Longinos, unas dimensiones mayores que las otras siete y es muy posible que ambas formaran parte de un conjunto más extenso dedicado a la Pasión de Cristo.

Las dos son de una gran calidad, pero de distinta autoría -no hay más que comparar los crucificados que presiden las composiciones para percibir las diferencias- Sin embargo, por sus idénticas medidas seguramente procedan de un mismo taller.

Las pinturas sobre cobre eran idóneas para la exportación, ya que su ejecución era relativamente fácil y barata, puesto que prescindían de la costosa y larga preparación del lienzo sobre tela y necesitaban poco pigmento, al no ser éste absorbido por la plancha metálica. A todas estas razones técnicas hay que sumar que se trata de obras de tamaño no muy grande, por tanto muy adecuadas para su transporte.

Desde el punto de vista estilístico, nos encontramos con una obra prototípica del Manierismo de Amberes: es deudora de la pintura italiana de finales del siglo XVI, de la que extrae sobre tod la carga emotiva expresada a través de figuras en tensión, o contorsionadas, como se puede apreciar en la de los hombres que están levantando la cruz del buen ladrón a la derecha de Cristo.

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