La Cofradía de Santa Teresa de Jesús celebró ayer la festividad de su santa titular. El estallido de los cohetes anunciaba una celebración que se iniciaría a media tarde cuando los cofrades acompañaron al mayordomo de este año, Antonio Prieto, hasta la iglesia de Santa María en la que tuvo lugar la misa que fue oficiada por el sacerdote de la parroquia Juan Carlos Fraile con la presencia en el presbiterio de una imagen de Santa Teresa de Jesús.
Tras la misa, como es costumbre, el mayordomo, que portó la vara de la cofradía, obsequió al resto de cofrades con un refresco en el bar Sequillo. El banderín con la imagen de la santa fue portado por José Luis Gómez como mayordomo del año pasado.
Algunos cofrades recordaron que hace años la celebración tuvo lugar en el Convento de Carmelitas. En la actualidad, la cofradía esta formada por 12 hermanos y 8 hermanas. El presidente de la hermandad, José Antonio Pintado, animó a los jóvenes a “que se hagan cofrades y participen con nosotros de la devoción y tradición a Santa Teresa”.
Desde que gracias a su padre entrara a los 17 años en la cofradía, Jesús Gil, a sus casi 52 años, es, además de cofrade, el muñidor encargado de custodiar con cariño los enseres de la hermandad, de trasladar a la santa el día de la fiesta y ponerla la corona, la pluma y el rosario y avisar para las juntas. Gil destacó ser todo un honor poder realizar cada año sus funciones.
La talla de Santa Teresa que ayer presidió la misa pertenece a la iglesia de Santa Cruz. Aunque actualmente se ubica en uno de los retablos que existen a los pies del templo, hoy Museo de Semana Santa, en su origen esta imagen estaría colocada en una pequeña hornacina debajo del Cristo de la Paz, en el retablo cuyos patronos habrían sido Pedro Ledesma de Zorrilla y su mujer Luisa Escudero. La imagen forma parte en estos días de la exposición Carmelitas, instalada en el Museo de San Francisco. El próximo domingo la cofradía celebrará la misa de difuntos.