La cofradía de San Antón sobrevive a las dificultades en Rioseco

La cofradía de San Antón de Medina de Rioseco sobrevive a las dificultades. La escasez de cofrades, la pérdida de algunas tradiciones y los pocos animales que acuden a la tradicional bendición se sustituyen por la ilusión de la decena de componentes de esta cofradía que tuvo su especial importancia hace algunas décadas.

Dos perritos acudieron este viernes a la eucaristía de San Antón, celebrada en la iglesia de San Pedro Mártir, donde se produjo la tradicional bendición de los animales, ante el devocionario de san Antón. En esta ocasión fue José Antonio Ríos Pérez el encargado de ocupar la mayordomía. Relataba a La Voz su historia.

“Yo siempre he tenido mucha devoción a San Antón en mi pueblo, Morales de Campos. Allí la celebración se perdió por lo que formé parte de la cofradía de Rioseco y ya llevo tres años en ella. Además este año contento y orgulloso de ser el mayordomo”, relata José Antonio.

Por su parte, el presidente de la Cofradía, Francisco Javier Gallego, relata algunas de las costumbres que se han perdido en la cofradía. “Nuestros mayores, algunos de los que no están, nos contaban que se compraba un marrano, se le alimentaba y el día de San Antón se rifaba”. Pero la cosa, según gallego, ha evolucionado y la cofradía ha vivido momentos “malos” cuando, por ejemplo, tan solo se quedaron con cuatro cofrades.

“Afortunadamente hemos conseguido algunas altas y nuestro objetivo es consolidar esta popular cofradía en Rioseco. No sabemos exactamente desde cuando data, pero en la Vara del Mayordomo figura la fecha de 1820”, concreta el presidente, antes de hacer un llamamiento a los riosecanos que quieran formar parte de esta hermandad. “les recibiremos con los brazos abiertos”.

La fiesta terminó con un refresco que ofreció el Mayordomo a todos su hermanos cofrades y un brindis por esta cofradía que quiere seguir escribiendo su historia en Medina de Rioseco.