La Becerrada Benéfica recauda 4.000 euros para la AECC

Los figuras locales 'El Almirante', 'Pajarito, que tomó la alternativa, 'El Cachi', 'El Estudiante' y 'El Villano' dieron una gran tarde y salieron en hombros

La I Monumental Becerrada Benéfica logró recaudar ayer en la Plaza de Toros de Medina de Rioseco 4.000 euros para la Asociación Española Contra el Cáncer. Rioseco demostró una vez más que es solidario y acudió en masa a la llamada de la AECC y de la Asociación Taurina Riosecana para divertirse y pasar una buena tarde de toros con la becerrada, que tuvo un resultado artístico muy exitoso.

Hacían el paseíllo cuatro figuras locales Jesús Cid El Almirante, Alejandro García Pajarito, Rubén Pérez El Cachi y Álvaro Rueda El Estudiante, acompañados de José Villa Villano, que hizo las labores de sobresaliente. Al final todos abandonaron el coso riosecano en volandas tras ofrecer una gran tarde de toros. Se lidiaron cuatro becerros de El Vellosino y una vaca de Cantoblanco, de excelente juego y nobleza, excepto el segundo, inválido.

Volvía Jesús Cid El Almirante, veterano aficionado local, a su plaza de toros. Hacía muchos años que no se vestía de corto y una vez más demostró que quien tuvo retuvo. El Almirante no dudo en aceptar la invitación de la Asociación Taurina para participar en este festejo benéfico y en el albero desplegó todo su buen toreo. Estuvo sensacional con el capote y con la franela hubo buenas series de muletazos, especialmente al natural. El novillo repetía, aunque le faltó algo de fuerza, por lo que el riosecano hubo de cuidarle mucho. Su excelente labor fue premiada con dos orejas que paseó por el coso de El Carmen, jaleado por los tendidos.

El cortado Alejandro García Pajarito quiso tomar la alternativa, al menos de forma simbólica, y dejar por unas horas los cortes y los quiebros y tomar el percal y la franela. Fue Jesús Cid quien, en una emotiva ceremonia, lo doctoró. Luego el joven riosecano nada pudo hacer ante un animal sin fuerzas. Pero el ganadero regaló una becerra, que salió con brío y transmisión y, ahí, Pajarito demostró sus maneras. Muy templado, y con mucho gusto, construyó una faena larga con series por ambos pitones con profundidad y hondura. Se le veía a gusto con la becerra y eso caló en los tendidos que le pidieron, con fuerza, los dos trofeos, tras simular la suerte suprema recibiendo.

Rubén Pérez El Cachi hacía su presentación en esta plaza y a juzgar por lo visto en el ruedo, seguramente no sea la última. Con el capote estuvo muy variado y con la muleta voluntarioso acoplando la embestida de su oponente al engaño. Muy seguro, El Cachi fue gustándose en las series por ambas manos. Hasta que de una certera estocada, simulada eso sí, paseó también las dos orejas.

Álvaro Rueda El Estudiante fue la grata sorpresa de la tarde. Antes el sobresaliente José Villa Villano había pedido permiso para recibir a porta gayola al cuarto del festejo. Lo que ocurrió es que cuando se abrió el portón de los sustos lo pensó mejor y decidió ponerse a cubierto. Aunque lo realmente importante es que Villano, volvía calzarse el traje de corto veinte años después y a recibir la fuerte ovación de sus paisanos. Aunque para ovación la que le tributaron de forma póstuma, tras guardar un respetuoso minuto de silencio, en memoria del aficionado Luis Ángel del Campo Salerito de Castilla, fallecido hace unos días, y que si no hubiera sido por esa traicionera enfermedad ayer hubiera estado haciendo también el paseíllo.

Álvaro Rueda, como decíamos, tuvo una brillante actuación. El novillo acompañó y la faena fue de menos a más, con momentos muy intensos especialmente en tres tandas, dos por la derecha y una al natural, que levantaron los olés del tendido. El Estudiante se gustó especialmente de media faena para adelante y dibujó algunos de los mejores momentos de la tarde.

Y aunque estos cinco fueron los principales protagonistas del festejo no menos importancia tuvieron las cuadrillas formadas por los subalternos Jesús Santamaría Cagalita, Iván San José El Zapa, José Ignacio Pérez Pecina, José Antonio Zarzuelo Toñín, Roberto Giró El Tifor, Sergio Pardo Gato, Francisco Blanco Paquines, Francisco Corral Corralito, Juan Rueda Paqurrín, Jesús P. Cabañas, Alberto Francisco Villa El Pibo y Javi Rueda Chemina. Además de los mozos de espada Vicente Ballesteros Barrita, Fernando Collantes Cachifla, Tomás Corral Botellita y César Rueda Posturitas y de la jovencísima promesa del toreo Dubal. Actuó como presidente Luis Hernández; como alguacilillos, José Antonio Perrote y Javi Pérez El Peci; de torilero, Roberto Martín El Andaluz; de corralero, José María García Celemín El Churrero y como areneros José Domínguez Martillete y Julián Pegado. La buena música corrió a cargo de la charanga riosecana The Solfamidas.

La Duquesa de Alba y Lorenzo el Triunfador acuden al festejo.
Una hora antes de hacer el paseíllo en la plaza de toros de El Carmen, que precisamente cumplía 150 años, los toreros y subalternos iniciaban un colorido pasacalle en una calesa, que fue precedida por los alguacilillos. La sorpresa vino cuando irrumpió en Medina de Rioseco la Duquesa de Alba que, en un carruaje, cambió a su prometido a Alfonso Díez por Lorenzo García El Triunfador, quien más tarde dedicó un poema de su puño y letra al respetable. El momento más divertido de la tarde fue cuando una becerra se introdujo en el burladero y la Grande de España tuvo que abandonarlo patas arriba. La directiva de la Asociación Taurina Riosecana y la de la Asociación Española Contra el Cáncer, que contó con la presencia de su presidenta Paqui Aranda y con la coordinadora provincial Luisa Lobete, agradecieron durante el sorteo de regalos la solidaridad mostrada por los riosecanos y en especial a los actuantes en este bonito festejo donde lo importante fue la diversión y la buena causa.

Galería fotográfica de Fernando Fradejas

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