
“Poco después construyeron una promoción al lado y me ofrecieron la posibilidad de venderlos. El tema me gustaba bastante y una notaria amiga me propuso la idea de que debía montar una inmobiliaria. Saqué el título de agente de la propiedad inmobiliaria y creé el negocio”, explica Castrillo, quien recuerda las épocas buenas con muchas promociones incluso de Oviedo y Madrid, y otras promovidas por Hábitat Intermedio.

Lola Castrillo habla de que ha llegado a realizar hasta cinco operaciones inmobiliarias con una familia, “o gente que nos ha comprado una vivienda en un pueblo y luego ellos mismos nos lo han dado para que lo vendamos”. En la actualidad, estamos trabajando con una Ley sobre certificados de eficiencia energética. “Un particular no puede anunciar una vivienda si no dispone de este certificado; es fundamental tramitarlo y ahí es donde nosotros entramos”.
La propietaria de Hábitat Inmobiliario, pide a la gente de Rioseco y de toda la comarca que sigan confiando “en nosotros como lo han hecho desde hace 20 años”. “Trato muy personal, eficiencia y profesionalidad”, son sus claves para el éxito.
Por último, Castrillo recuerda con una sonrisa una de las muchas curiosidades que ha vivido en su negocio en estas dos décadas. “Vendimos una casa en un millón y medio de pesetas (9.000 euros); la firma la tuvimos que hacer en la sede social de Caja España porque vinieron ¡90 herederos!, fue un show juntar a tanta gente una mañana de un sábado. Aún conservo esa escritura de recuerdo”, relata con una sonrisa.
PORTADA
RIOSECO
CULTURA
DEPORTES
SOCIEDAD
EDUCACIÓN
SEMANA SANTA
TV/RADIO
OTRAS VOCES