
El alcalde de la localidad, Alberto Magdaleno, abrió el acto destacando del pregonero “su compromiso con Tierra de Campos, su cercanía con el territorio y su pasión por nuestras tradiciones, muy en concreto por nuestro Vítor”, a la vez que resaltó “la tremenda labor que desempeña como corresponsal de su periódico en el medio rural y en nuestra zona”.
Durante el pregón, en el que estuvieron presentes las festeras y numerosos alcaldes de la comarca, entre los que se encontraba el alcade riosecano David Esteban y sus concejales María San José y Pilar Badás, además de familiares y amigos, García Marbán animó a las cientos de vecinos presentes a recuperar su memoria colectiva, en especial la de sus vivencias más cotidianas. Por eso, a propuesta del pregonero, el acto estuvo presidido por un varal con un pellejo como los que cada año arden en la Procesión Cívica del Vítor, como símbolo de la memoria colectiva de Mayorga, ya que “a poco que fijemos nuestra mirada en él, para que llegue a nosotros el calor de los pellejos en llama, el olor del humo, mezcla de pez y vino, la música, el ambiente de la procesión”.
El director del Museo de San Francisco señaló a las fiestas como el mejor momento para propiciar un encuentro entre mayores y niños en el que surja «la necesidad de contar y de que te cuentan». En su recuerdo de la vida más cotidiana de Mayorga, el pregonero no dejó de recordar vivencias y tradiciones, deteniéndose de una manera especial en la celebración del Vítor con la descripción de sus momentos más importantes, como cuando los pellejos ardiendo entran en la plaza y, en medio de los fuegos artificiales, se descubre la imagen del santo patrón.

Las palabras finales del pregonero fueron para desear a los mayorganos “que la música, el baile y la diversión llenen vuestros corazones y que luz de las llamas de los pellejos sea el faro de vuestra identidad, de vuestra memoria colectiva”.
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