Fútbol divertido y en miniatura cada sábado en Rioseco

Diez pequeños futbolistas y cuatro entrenadores componen la Escuela del Club Deportivo Rioseco que potencia la diversión el ambiente lúdico de sus jugadores

Cada sábado a medio día, diez pequeños jugadores de fútbol se divierten con este deporte. Es la Escuela de Fútbol del Club Deportivo Rioseco, muy preocupado por su cantera, que el pasado año decidió que los niños de 5 y 6 años también tenían que tener la oportunidad de practicar el deporte rey.

Entrenados por Rubén Blanco, Goyo Mateos (jugador del juvenil), Roberto Vilalón Farolo y Francisco Blanco Paquines, estos últimos futbolistas del primer equipo, inculcan la diversión por un deporte que, por el momento, es puramente lúdico sin competición con otros clubes, ya que no existe ninguna liga en estas edades.

No obstante, como explica Rubén Blanco, uno de los técnicos de la Escuela, “ya han representado al club en el Trofeo de Semana Santa que disputaron contra el Parquesol, además de un Encuentro de Escuelas en este barrio vallisoletano en el que jugaron contra el San Juanillos de Palencia, el Estrella Roja de Torrelavega (Santander) y el Tudela de Duero”. Además sin ir más lejos, este miércoles, 1 de mayo juegan en Arroyo de la Encomienda con un combinado local.

Desde el 23 de febrero se han sucedió los entrenamientos cada semana para estos pequeños futbolistas, nacidos entre 2007 y 2008, que ya apuntan maneras con el balón en los pies. “En los primeros entrenos se tuvo un contacto con los chavales, predominado los juegos y la diversión”, dice Rubén Blanco, quien avanza que en las últimas semanas se les va “añadiendo ejercicios con balón, además de tiros a portería, conducción de esférico o penaltis”.

Aunque el momento más divertido y esperado por Pablo Brezmes, Mateo Castrillo (porteros); Juan Pérez, Rubén Sahagún, Guillermo Martín (defensas); Mario Navarro, Pablo Miguel, Duball Gómez (centrocampistas); Santiago Martín y Alejandro García (delanteros), es el partidillo con el que acaba cada entrenamiento. Es la hora de las risas y del buen ambiente de diez niños que, de momento, se divierten pero que ya sueñan con un día -no tan lejano- defender los colores del primer equipo.

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