Fuentes pone fin a 115 años de historia en Medina de Rioseco

Desde el año 1900 hasta la actualidad, por el popular establecimiento, han pasado un total de cinco generaciones al servicio de la moda y la confección

Laura Alonso. Fotos: David Carpintero y archivo de Manuel Fuentes

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fuentes2Son las nueve de la mañana de un lunes cualquiera. En casa de los Fuentes la pereza de la rutina que lleva intrínseca el primer día de la semana se mezcla con el ensordecedor ruido del despertador y el olor a café recién hecho en la cocina. Las prisas revolotean el ambiente con la misma banda sonora de siempre: “Vamos, que ya es tarde y hay que abrir”. Pero hoy, lunes 12 de enero de 2015, no es un lunes cualquiera. Hoy la rutina se ha roto en la familia Fuentes, la verja de la tienda está cerrada y sus escaparates empapelados con carteles de agradecimiento y despedida.

fuentes3Y es que Fuentes, el establecimiento comercial más emblemático de Medina de Rioseco, ha firmado el último capítulo de su historia: su cierre al público por el cese de la actividad. “Dimos la baja comercial el pasado día 31 de diciembre, pero hemos dejado estos días de margen por si había alguna devolución por Reyes o alguna cosa”, asegura Manolo Fuentes, uno de sus propietarios. El cierre no es una víctima más de la actual coyuntura económica; sino que está únicamente motivado por razones generacionales. “La red de clientes que teníamos seguía siendo buena, pero la continuidad familiar se ha terminado. Carmina [su mujer] y yo estamos jubilados y a Loreto [su hija], que ya lleva 12 años al cargo, no le seducía mucho seguir con ello”, afirma Manolo.

fuentes4Fuentes llegó a la Ciudad de los Almirantes en el año 1900, gracias a la iniciativa emprendedora del abuelo de Manolo, que descendía de Cuenca de Campos y contaba con una gran experiencia en el sector. “Mi abuelo venía de uno de los mejores comercios que había por aquel entonces en Vigo y decidió instalar un negocio aquí con uno de sus hermanos, por eso en sus inicios se llamaba Fuentes Hermanos”, cuenta. No obstante, el nombre no es lo único que ha cambiado en estos 115 años. Las estanterías, que se han convertido en la columna vertebral de esta conocida familia riosecana, ocupaban todas las paredes y fueron recortadas cuando Manolo se puso al frente.

Desde que el abuelo del actual propietario se instaló en la localidad hasta que su hija, Loreto, se hizo con el mando, son cinco las generaciones que han crecido entre las telas y los clientes de Fuentes. “Aquí se guarda toda la historia de mi familia. Nuestra vida se ha basado en este negocio. Cada uno tenía sus propias actividades, pero todos al final estábamos mentalmente vinculados al abrir, al cerrar y al horario”, confiesa Manolo, quien añade que es precisamente esta rutina y el contacto diario con los riosecanos lo que más van a echar de menos.

fuentes5Todo comercio que echa la persiana deja un vacío que grita, que duele. Esto se acentúa en los pueblos y más aún si se tiene en cuenta los tiempos de incertidumbre que viven actualmente estos entornos rurales, en los que se antoja muy difícil saber si los espacios abandonados volverán a llenarse de ajetreo y actividad o si, por el contrario, permanecerán dormidos para siempre en la sombra de su propio pasado. Lo que sí que está claro, por lo menos en Medina de Rioseco, es que, a partir de ahora, caminar por la angosta y soportalada Rúa Mayor será distinto, cuando, unos metros antes de la iglesia de Santa Cruz, no luzcan, impecables, diferentes pantalones, camisas, pijamas y, por supuesto, los tradicionales rollos de tela en el escaparate de Fuentes.

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