Fervor popular en el multitudinario Vía Crucis del Amparo

La lluvia dio una tregua y el Cristo del Amparo pudo salir a la calle y recorrer las catorce estaciones. En una de ellas se encontró con La Dolorosa

El cielo se serenó y el Cristo del Amparo volvió a desfilar por las calles de Rioseco. Muchos fieles, riosecanos y cofrades participaron  en este popular Vía Crucis, que en una tarde-noche sin lluvia y con una temperatura agradable, desfiló en busca de las catorce estaciones que relataron la Pasión de Cristo.

Representantes de todas las cofradías, ataviados con sus túnicas, fueron recogiendo las catorce cruces de maderas distribuidas a lo largo de todo el trayecto procesional y llevaron en hombros la talla del cristo del Amparo.

Como siempre, el momento más emotivo tuvo lugar frente a la fachada plateresca de la iglesia de Santiago con el encuentro con la Virgen Dolorosa, que salió hasta al atrio para recibir la salve de los centenares de personas que allí se dieron cita.

La procesión entonces recorrió calle de los Lienzo, Plaza Mayor, rúa Mayor, calle Santa María hasta llegar a la iglesia de donde partió y el párroco riosecano dio la bendición a todos los presentes.

Imposición del sudario de La Escalera
Tras el Vía Crucis, la hermandad del Descendimiento, como viene sendo habitual en los últimos años celebró la imposición del sudario en su paso, que recoge el momento en el que Cristo es descendido de la cruz. Tras la lectura del Evangelio, se colocó el lienzo en la cruz y un hermano, Ángel Gallego, glosó este acto con un precioso texto en el que recordó el verdadero sentido de la hermandad y se refirió a la fe y a la tradición como pilares de la Semana Santa.

share on: