Fernández Magdaleno ofrece este viernes un recital en Palencia

Tendrá lugar a las 20.15 horas en la sede de la Fundación Díaz Caneja en Palencia, con obras de Prieto, Marco, Sardà, Catalán o Aguilera

M.G.M.

El interprete riosecano Diego Fernández Magdaleno ofrecerá este viernes, a las 20.15 horas, en la sede de la Fundación Díaz Caneja, de Palencia, un recital de piano en el que interpretará obras de  Claudio Prieto, Tomás Marco, Benet Casablancas, Alberto García Demestres, Carlos Cruz de Castro, Albert Sardà, Teresa Catalán, Juan de Dios García Aguilera, Francisco García Álvarez, Armand Grèbol, Carme Fernández-Vidal y Jesús Legido.

Diego Fernández Magdaleno nació en Medina de Rioseco hace 39 años. Fue director del Congreso sobre Creación Musical Contemporánea de Valladolid, ha sido galardonado con el Premio de Música de la Fundación Serrada, es Miembro de Honor de la Asociación Europea de Profesores de Piano, de la que fue presidente en España, es Académico de Número de la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción y profesor del Conservatorio de Valladolid, del que fue director durante cuatro años y Premio Nacional de Música. Desarrolla una enorme actividad en la difusión de la música española contemporánea fundamentalmente como pianista, pero también como profesor, conferenciante y escritor. Ha publicado numerosos artículos y ensayos sobre la creación actual, su influencia y repercusión estética y sociológica. Además es autor de varios libros de diarios y uno de poemas, ampliamente elogiados por la crítica. A la vez que sus recitales, grabaciones y libros son elogiados, lo es también por otros factores más personales. Ramón Barce, importantísimo compositor y Catedrático de Literatura se refiere a los diarios de Diego Fernández Magdaleno diciendo que «recrea una realidad rica y variada, como lo es su personalidad humana, rica, generosa, noble y original». El gran compositor y musicólogo Tomás Marco ha escrito que «Diego Fernández Magdaleno es uno de esos personajes cruciales sin cuya existencia el mundo sería mucho más chato y desagradable».

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