Fernández Magdaleno escribe una columna para El Mundo

El escritor y pianista riosecano eligió para la primera publicación una profunda reflexión sobre exposición de 'Chiara' en el Museo de San Francisco

Miguel García Marbán

Desde el pasado mes de junio el pianista y escritor Diego Fernández Magdaleno colabora con el periódico El Mundo en su edición de Castilla y León con una columna que con el título de Entre paréntesis se publica el domingo cada quince días.

El silencio de Chiara es el título de la primera columna, publicada el 24 de junio, en la que Fernández Mgdaleno quiso elegir la exposición que alberga el Museo de San Francisco con piezas del convento de las Clarisas riosecanas.

El escritor, autor de los diarios El tiempo incinerado y Razón y desencanto, o el poemario Libro del miedo, ya escribió para este mismo periódico durante los años 1993 y 1994, aunque con la música como telón de fondo. Ahora, aunque el tema es libre, siempre relacionado con Castilla y León, Fernández Magdaleno señaló que su pretensión es hacer una reflexión cultural.

De hecho, sus otras dos columnas publicadas han llevado por título  Elogio de la danza sobre el cierre del Aula de Música de la Universidad de Alcalá de Henares, y Herreriano, diez años, sobre el museo vallisoletano. Para el escritor, la columna es “algo bonito”, a la vez que “un ejercicio de escritura que te obliga a construirla porque tiene que tener unas dimensiones concretas”.

Sin duda, esta columna, que este domingo tendrá una nueva entrega, será una nueva ocasión de poder disfrutar del buen hacer como escritor de este riosecano, una vez más, en su doble tarea, en palabras de Antonio Carvajal en el prólogo de El tiempo incinerado, de “dejar constancia de que el amor, en sus múltiples manifestaciones (y tal vez la mayor sea la amistad) es el único valor  que nos dignifica y nos salva, y que el presente, trasmisor de vida y cultura, no se agota en esa labor de transmisión, pues no cesamos de crear y algunas creaciones contemporáneas son tan valiosas como las mejores entre las heredadas”.

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