Felicidad y buenas noticias para los siguientes 366 días

La Voz de Rioseco quiere compartir con todos sus lectores estos primeros minutos del año 2012 y desearles la mayor de las suertes para este año bisiesto

Doce campanadas, apenas un minuto para cambiar de año y ya estamos inmersos en el 2012, un año mítico en el que algunos agoreros señalaron el fin del mundo. Y desde lavozderioseco.com, a las doce y un minuto, queremos desear la mayor de las felicidades a nuestros lectores. Un año ilusionante y lleno de optimismo. Desde estas líneas queremos acordarnos de aquellos riosecanos que han tenido que comerse las uvas en el hospital, en especial a Alejandro y Santiago, y a todas aquellas personas enfermas o que se han visto obligadas a pasar esta noche en soledad.

Para La Voz, 2011 fue un excelente año en todos los sentidos y noticiosamente muy jugoso. Esperemos que el 2012 sea aún mejor y que Medina de Rioseco se sitúe en el lugar que se merece. Felicidad y buenas noticias.

El nuevo año no ha hecho más que comenzar. Se escuchan algunos petardos en las calles y las familias se desean lo mejor para los siguientes 366 días (el 2012 es bisiesto). Un año más han cumplido con la tradición de la cena navideña y tomar las uvas al ritmo de las doce últimas (o son las primeras?) campanadas del año. Una tradición que según algunos estudios no se remonta a 1909, como muchos creen, sino a algunos años antes.

La tradición de las doce uvas
La prensa madrileña ya comentaba en enero de 1897 “Es costumbre madrileña comer doce uvas al dar las doce horas en el reloj que separa el año saliente del entrante”. Al año siguiente desde algunos periódicos se animaba a continuar esta costumbre con un artículo titulado ‘Las Uvas milagrosas’. En 1909 agricultores levantinos de Murcia y Alicante encontrándose en ese año con excedente de uva y con objeto de sacar al mercado la producción, lograron popularizar la costumbre y darle el impulso

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