Una generación sucede a la anterior y mantiene la devoción y la tradición. Esa es la base de nuestra Semana Santa. Un secreto hilo que une a padres a hijos. Algo que sabía muy bien Nicomedes Esteban, número uno de la Hermandad de La Crucifixión, quien, esta mañana, con seis décadas y media como longinero, ha fallecido a los 86 años de edad.

Sus hijos José María, Modesto y Juan Carlos, y sus nietos Marcos, Alberto, Laura, David, Carlos y Ana, perpetuarán su memoria y mantendrán viva su pasión longinera. Esa que también tenían sus hermanos en La Crucifixión Andrés García y Braulio Urbón cuyas pérdidas recientes se unen ahora a la de Nicomedes en un triste y aciago mes de noviembre para la hermandad.

A sus hijos, nietos, familiares, cofrades y amigos, nuestras más sinceras condolencias. Longinero, descansa en paz. El funeral tendrá lugar, mañana martes, a las 16.00 horas, en la iglesia de Santa María. Los hermanos de La Crucifixión acompañarán el cadáver con medalla y farol a las 15.45 horas desde la plaza de Santo Domingo. Capilla velatoria en el Tanatorio El Salvador (en carretera Nacional 601, junto al Convento de Santa Clara).
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