
Carmelo, así se le conocía, llegó a la presidencia del club deportivo Rioseco casi por casualidad. Cuando en el verano de 1974, dimitió en pleno la Junta directiva presidida por Matías García y tras una convocatoria a los socios en forma de ultimátum, un grupo de amigos acepta el reto de dirigir al club. Él siempre dijo que su nombramiento llegó por la insistencia de Miguel de la Iglesia y porque contaba como secretario con Julián Santamaría aparte de otros nombres en los que confiaba plenamente. Y aquí creo que a él le hubiera gustado que citara a esos otros nombres pero en este momento sólo llega a mi memoria el de Teófilo Valdés. Que me perdonen aquellos a los que no recuerdo.

Del club se fue del modo que nunca quiso. Ha sido el único presidente del C.D. Rioseco que no dimitió de su cargo. Otra candidatura distinta a la suya ganó democráticamente el derecho a dirigir al Club, aunque él siempre lamentó que se forjara a espaldas suyas.
Descansa en paz, Carmelo, te has ganado el derecho a ser historia en este tu querido Club. Te prometo que los que seguimos en él te recordaremos cuando vayamos a tomar posesión de nuestro asiento en lo que tu llamabas “Mi graderío”.
A Carmelo Valentín De Castro. In memoriam
[En las fotos: con Juan Carlos Navarro entregándole el galardón al mejor jugador de un trofeo de San Juan; en un homenaje en los años 80 a tres jugadores históricos y abajo, junto al que fuera teniente de alcalde, Jesús Vicente Brezmes, recogiendo un recuerdo en el acto de celebración del 40 aniversario del CD Rioseco]
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