Ezía: «Todos somos artistas hasta que se demuestre lo contrario»

El artista riosecano Manuel Ezía ofrece su visión del arte, la creatividad y la educación en la segunda de las Tardes con Arte en la harinera de San Antonio

J.A.G. Fotos: D.C.G. / J.I.S.

“Todas las personas son artistas hasta que se demuestre lo contrario”. Con esta reflexión finalizaba su conferencia el artista riosecano Manuel Ezía, dentro de la segunda Tarde con Arte, de la tercera edición de estas citas culturales organizadas por el Ayuntamiento de Medina de Rioseco.

Ezía, actualmente profesor de artes plásticas y director del IES Conde Lucanor de Peñafiel, dividió su alocución en tres grandes epígrafes que daban nombre a su conferencia: arte, creatividad y educación. El riosecano quiso que esta autobiografía sirviera para “arañar algunos recuerdos”.

Situó sus primeros contactos con el arte en Medina de Rioseco. Algunos concursos escolares, un familiar que le enseñó “la virtud de la paciencia” o los artesanales carteles publicitarios de Radio Rioseco donde colaboraba, fueron sus inicios. Antonio Tàpies, Manolo Millares, Lucio Muñoz, Rafael Canogar… son algunos de los artistas más influyentes que hicieron que el riosecano pasara del realismo a la abstracción y comenzará con complejas instalaciones y grandes formatos.

Manuel Ezía, licenciado en Historia del Arte, recordó su militancia en el colectivo Forma y Luz donde coincidió con el riosecano Ángel Martín, la fotógrafa Marisa Álvarez, y los escultores Román Granados y Diego Canogar, hijo del gran escultor que formó el grupo El Paso. Poco a poco la obra de Manuel Ezía fue “limpiándose” y acercándose al “minimalismo”, interesándose por las arquitecturas y en concreto por las escaleras, un elemento clave para entender su obra.

Ezía desveló que el próximo mes estará exponiendo en el Palacio Pimentel, en Valladolid, su nuevo trabajo, que mantiene una gran influencia con la arquitectura industrial e hizo una encendida defensa de la relevancia que tiene conservar edificios como harineras, depósitos de agua, graveras, antiguas torres… “Es parte de nuestra entidad y patrimonio y es necesario que no se pierda”. Y eso es precisamente lo que se podrá contemplar en su nueva colección.

Pasión, emoción e innovación: los pilares de la nueva educación
Pero sin duda, lo que terminó por cautivar al público que se dio cita en la fábrica de harinas San Antonio fue su concepto de la creatividad y de la educación. Ezía defendió que la creatividad no es un concepto exclusivo del mundo del arte, sino una forma de vida. Abogó porque todas las personas deben ser creativas en sus campos personales y profesionales y que este puede ser el secreto del éxito. El riosecano cree que el actual modelo educativo, creado en el siglo XIX, está caduco y debe adaptarse a los nuevos tiempos. Por eso en sus clases intenta que sus alumnos se impliquen en una metodología por descubrimiento y además de saber, sientan. Cree que la pasión, la emoción y la innovación deben ser los tres pilares más importantes en la educación, antes de ofrecer algunos ejemplos muy gráficos de cómo esta fórmula puede dar muy buenos resultados en el aula.

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