Este fin de semana, fiestas en el Barrio de Las Nieves

Hoy viernes será la festividad de la Virgen con misa, procesión y verbena. El resto de las jornadas festivas se reparten con actividades para todas edades

Miguel García. Fotos: Fernando Fradejas

El verano es tiempo de calor y vacaciones. Días en los que apetece, más que en ninguna otra época del año, salir de casa para disfrutar de la calle, de las gentes y de fiestas como las del popular barrio de Las Nieves que se celebrarán durante este fin de semana.

Unas populares y devotas fiestas que, organizadas por la Asociación Cultural Barrio de las Nieves con la colaboración del Ayuntamiento de Medina de Rioseco y de distintas asociaciones y empresas locales, hoy viernes tendrán su día más grande con la celebración de la festividad de la Virgen de las Nieves con misa y procesión en la calle La Cuesta a partir 20.00 horas. Más tarde tendrá lugar la verbena a cargo de la discomovida Trinity Disco durante la que se degustara la típica limonada.

Las fiestas continuarán el sábado con el campeonato de pesca en el Canal de Castilla. Por la tarde, a las 20.30 horas, se celebrará la misa de difuntos que dará paso a la degustación de limonada. Además, un jurado decidirá los ganadores del concurso cuyas fotografías serán las imágenes del calendario de la asociación del 2011 y la de las fiestas de 2012. Esa noche también habrá verbena con la discomovida Dryriver durante la que se entregarán los trofeos de los distintos concursos y campeonatos. El domingo las fiestas finalizarán con el campeonato de tanga que tendrá lugar en el Parque Duque de Osuna a partir de las 16.30 horas.

Sin duda alguna, este año, todas las personas que participen en estas fiestas de Las Nieves tendrán un recuerdo especial para la veterana vecina Juana San José que fallecía en fechas recientes. Juanita, como todo el mundo la conocía, siempre mostró una especial devoción por la Virgen de las Nieves porque siempre supo que fue su intercesión la que salvó a sus hijos cuando la ermita se derrumbó un 5 de enero de la década de los 70 minutos después de que hubieran estado jugando bajo el arco. Su constante presencia, con su imborrable sonrisa y sus ganas de ayudar, era parte importante de la vida del barrio, ahora ya de su historia y de su memoria.

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