El traslado de los Pasos al Museo pone el epílogo a la Semana Santa

Tras sendas eucaristías en Santa María y Santiago en recuerdo de los cofrades fallecidos, los conjuntos escultóricos regresaron a la iglesia de Santa Cruz

Lo poco que quedaba de Semana Santa finalizó. La eucaristía por los hermanos difuntos de las cofradías riosecanas y el traslado de pasos desde las iglesias de Santa María y Santiago al Museo de Semana Santa puso el epílogo a la Pasión riosecana. A las diez de la mañana se congregaban los hermanos de las cofradías del Viernes Santo en la iglesia de Santa María y una hora más tarde lo hacían los del Jueves Santo, pero esta vez en el templo de Santiago. El sacerdote riosecano Eugenio Jesús Oterino, a pesar de su afonía, ofició las dos eucaristías en conmemoración de todos los cofrades fallecidos.

Tras las sendas misas, llegó el momento de trasladar los pasos desde las iglesias desde donde deberían haber salido el Jueves y Viernes Santo, de no haber llovido, hasta el Museo de Santa Cruz, donde reposarán hasta la próxima Semana Santa. El sol acompañó esta improvisada procesión donde los cofrades pudieron sacarse la espinita y poder disfrutar de los conjuntos escultóricos en las calles, tras una Pasión pasada por agua. Ahora habrá que esperar once largos meses para que la Semana Santa inunde de nuevo la Ciudad de los Almirantes. Esperemos que la Pasión de 2013 sea mucho más seca.

Fotografías de Fernando Fradejas y José Ignacio Santamaría

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