El tapetán del Nazareno de Santiago


Teresa Casquete Rodríguez

Es una alegría poder comprobar el éxito que ha tenido la convocatoria organizada por LA VOZ, para la I Escuela de Tapetanes y como hay una esperanza de recuperación del uso de este emblemático instrumento en la tarde del Jueves Santo, que estaba empezando a caer en el olvido.

La imagen de hoy tiene ya unas décadas (se hizo a principios de los 60) y en ella vemos al tapetán del Nazareno de Santiago y su peculiar manera de llevar la careta hacia atrás, en forma de capucha, una tradición que hemos visto repetida en otras fotografías y que ya está perdida. El mayordomo de esta hermandad era el encargado de buscar al joven que ocuparía el puesto, que contaría además con invitación al desayuno del Domingo de Ramos y al refresco del Jueves y que podría usar en la procesión una antigua túnica propiedad de la propia cofradía.

La curiosidad de esta foto no sólo está en la altura del tapetán, que le obligaba a desfilar encogido, o que haya sido hecha en una parte de nuestra histórica Rúa, que fue derribada inexplicablemente en los años 70, sino también en las medallas y las horquillas de los hermanos que cargan el paso y que responden al modelo antiguo usado por el Nazareno.

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