El taller prelaboral para enfermos mentales abre con 12 usuarios

Medina de Rioseco cuenta desde principios del mes de noviembre con un taller prelaboral que acoge a una docena de usuarios de toda la zona norte de la provincia. Se trata de una iniciativa de la red integrada de servicios para las personas con discapacidad que la Diputación de Valladolid tiene en la provincia.

Dirigido por el riosecano Gonzalo Franco Revilla, cuenta con dos trabajadores más y  está gestionado por FEAFES Valladolid El Puente y está dirigido a personas con diversas patologías relacionadas con la enfermedad mental. El servicio recoge a los usuarios en sus localidades de origen y se les transporta hasta Medina de Rioseco, concretamente a uno de los módulos de las antiguas escuelas de El Castillo, que ha sido rehabilitado por el Ayuntamiento de Medina de Rioseco, junto a otras instalaciones como las del Taller Ocupacional Los Almirantes, la guardería infantil, el Espacio Joven y la sede de Protección Civil.

Desde la dirección del centro se dice que el objetivo es que sea “un espacio de convivencia, aprendizaje y experiencia en el cual los usuarios del taller compartirán anhelos y deseos, algunos relacionados con una deseable inserción laboral de algunas de las personas del Taller que por edad y motivación así lo demanden”.

Entre las actividades diseñadas destacan las manipulativas, con realización de productos y objetos; algunas físicas como gimnasia de mantenimiento y Tai-Chi; actividades de rehabilitación cognitiva, con ejercicios de memoria y lenguaje,  test de aprendizaje y modificación de conductas…

Asimismo, se fomentarán las actividades de aprendizaje y repaso de las habilidades académicas, con lectura, escritura, aritmética básica, geografía e historia. Las actividades de ocio también tendrán su peso con visitas a museos, exposiciones, proyecciones, comidas y una escuela de familiares.

Desde el propio servicio se explica que este taller estaba muy demandado en esta área geográfico. “No había nada parecido para trabajar con este colectivo que necesita una atención personalizada “para socializarse, modificar conductas de aislamiento y abandono, ayudar a la rehabilitación psicosocial y personal, mejorar la calidad de vida  y  el bienestar personal”.