El saúco: las bondades medicinales del ‘botiquín del pueblo’

Estamos ante una de las especies más populares con muchos usos en la medicina popular, en la alimentación y en la ebanistería

Gonzalo Franco Revilla

El naturalista de La Voz, Gonzalo Franco, retoma su sección hablando de una especie tan popular como el saúco, muy extendida en nuestra región, normalmente en dehesas y descansaderos del ganado. Se trata de una planta medicinal tan usada para muchas dolencias que se popularmente se le conoce como el botiquín del pueblo.

Nombre y características botánicas: El Saúco (Sambucus nigra L.) es un arbusto de pequeño tamaño, entre 2 a 5 metros de altura, frondoso y con ramas jóvenes arqueadas. A veces, el tronco puede adquirir un grosor de hasta 40 centímetros. Las ramas son tiernas y rellenas de una médula blanda y blanca. Hojas caducas, opuestas y compuestas de 5 a 7 foliolos alargados y de margen dentado. Inflorescencias en panículas con aspecto de umbelas, compuestas de numerosas flores blancas. Florece entre mayo y junio. El fruto es una baya carnosa y negra con jugo amoratado.

Hábitat y Ecología: Abundante en toda Europa, principalmente en el centro y sur y en Asia y África del Norte. También nos encontramos con especies en Norteamérica, Hispanoamérica y Australia. Está muy extendido por nuestra región en las cercanías de poblaciones y lugares habitados, pueblos y caminos. También en las dehesas y descansaderos del ganado, usualmente en zonas frecuentadas por animales y por el hombre ya que se trata de una especie nitrófila (llamada así por la elevada cantidad de nitrógeno que caracteriza los suelos donde se desarrolla).

Usos y Etnografía: Muchas especies de aves europeas comen sus frutos desde los estorninos, los mirlos a los zorzales y petirrojos etc. Sobre todo  muchas aves en su paso migratorio otoñal. La tradición popular recomienda clavar las ramas de Saúco en los caminos y carreteras que hacen los topillos como forma de espantarlos. Con sus ramas huecas se fabrican las canillas de los grifos de los toneles de vino en toda la región. En Carballeda (Zamora), se hacen los llamados tacos de canuto con lo que juegan los niños para hacer bolitas o piedrecillas como si fuesen perdigones en una escopeta de aire comprimido. También introducen así las medicinas en la boca de las ovejas.

El Saúco es una de las plantas medicinales más conocida y utilizada popularmente en nuestra tierra. Sus flores y frutos reducen fiebres e inflamaciones, son diuréticas, anticatarrales y antirreumáticos. Los frutos son, además, antirreumáticos, y la corteza se emplea contra la artritis y el estreñimiento. En uso externo se emplean las hojas, corteza y flores contra las inflamaciones, sabañones y quemaduras. Por todas estas razones popularmente se le conoce como el botiquín del pueblo. En Fuentegelmes (Soria), se hacían sahumerios contra el dolor de muelas, secando la planta, luego quemándola y con un trapo se aplicaba en el flemón.

Como comestible se consumen las inflorescencias tiernas rebozadas, así como las flores  como aromatizantes de compotas y los frutos en salsas y para colorear mermeladas. El zumo, con azúcar, se emplea para fabricar vino medicinal. En el norte de León se le conoce como Beneitu (bendito), por su carácter medicinal. En nuestra región hay un pueblo que recoge en su toponimia el nombre del arbusto: Fuentesaúco (Zamora). La corteza puede resultar tóxica, especialmente a altas dosis. De igual manera el contacto de las hojas o las bayas poco maduras en la piel puede producir casos de dermatitis. El hombre se ha valido del Saúco desde la edad de piedra, como alimento, medicina, en ritos religiosos y mágicos, como planta de jardín,  o para fabricar silbatos valiéndose de su madera hueca, etc.  Las hojas quemadas se han empleado como insecticida y la infusión de las hojas se emplea como repelente de mosquitos y, rociada sobre las plantas, para protegerlas de pulgones y orugas.

Los zahoríes han usado tradicionalmente varillas de madera de Saúco en forma de Y, entre otras, para encontrar agua. Las flores de Saúco empleadas en forma de vahos, ayudan a descongestionar las fosas nasales y es un remedio casero tan inocuo que puede ser utilizado en niños o en ancianos. Los vahos también alivian molestias respiratorias por sus propiedades expectorantes.

La madera del Saúco y la varita mágica de Harry Potter
La madera del Saúco es muy dura, por ese motivo ha sido muy valorada para la construcción de herramientas agrícolas y en ebanistería. El Saúco procede del griego Sambuké, que significa flauta, la razón es que antiguamente se vaciaba el interior de las ramas para que quedase un tubo hueco con el que se hacían las flautas. En la serie de libros Harry Potter, de la escritora británica J.K. Rowling, es con madera de este arbusto con lo que está elaborada la Varita Letal o la Varita del Destino, una varita mágica considerada como la más poderosa del mundo, que ha pasado de generación en generación por medio del robo y el asesinato (cada portador ha despojado al anterior de la varita y muchos han sido asesinados por los ladrones). La varita constituye una de las Reliquias de la Muerte, objetos que, según uno de los relatos que integran Los cuentos de Beedle el bardo, fueron diseñados por la Muerte y regalados a tres hermanos. Se advierte, posteriormente, que se trata de los hermanos Peverell, hechiceros de la antigüedad de los que descienden tanto Harry Potter como Lord Voldemort. En “Harry Potter y las Reliquias de la Muerte”, se da a conocer que el último poseedor de la varita fue Albus Dumbledore, quien tras su muerte fue enterrado con ella. Lord Voldemort profana la tumba del profesor Dumbledore para robársela y usarla para enfrentarse a Harry Potter.

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