Antonio Paino también fue arzobispo de Sevilla


Miguel García Marbán

En el patrimonio histórico artístico de Medina de Rioseco, la colección de marfiles hispano filipinos, que hoy se muestra en el Museo de San Francisco, ocupa un lugar preeminente por su calidad excepcional. Son muchas las veces que se nombra al riosecano Antonio Paino como el arzobispo de Sevilla que hizo donación de tan notable colección a su antigua parroquia de Santa Cruz, donde había sido bautizado. Hoy, la fotografía de este cuadro, que nos llega desde el Palacio Arzobispal de Sevilla, nos acerca el serio semblante de este riosecano ilustre cuya muerte repentina en 1669 hizo que fuera enterrado en el panteón de los arzobispos de la catedral hispalense.

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