El refrescante kayak polo abre ‘Recrealia’ en Agosto

El programa dirigido especialmente a los más jóvenes plantea talleres, diversas actividades deportivas y una salida a Boñar para hacer rafting

Reportaje gráfico: Fernando Fradejas de Castro

Agosto es un buen mes de piscina y para divertirse con las actividades del programa de ocio juvenil que plantea Recrealia. Ayer, sin ir más lejos, la programación del mes veraniego por excelencia comenzó con un divertido partido de kayak polo en la dársena del Canal de Castilla. El coordinador de deportes del Ayuntamiento de Medina de Rioseco, Fernando Ballesteros, asegura a este diario que “aunque con los lógicos recortes, Recrealia sigue un año más con actividades que siempre suscitan mucho interés, no sólo entre los jóvenes, sino también entre los mayores”.

Hoy viernes, sin ir más lejos, se ha organizado un campeonato de voley hierba en el recinto de las piscinas municipales a partir de las 17 horas. Mañana sábado llegará una de las novedades de esta edición con el I Campeonato de Pádel que se disputará durante toda la jornada en la cancha municipal.

La próxima semana un taller de manualidades, campeonato de natación infantil y aquafitness en las piscinas de verano darán paso a una de las actividades más veteranas y con más acogida de todas cuantas se celebran en el programa: rafting en el río Porma en la localidad leonesa de Boñar.

Tras la fiesta del 15 de agosto, la piscina acogerá la celebración de una sesión de pilates, mientras que el viernes 17 tendrá lugar una atractiva marcha nocturna de bicicleta de montaña por el Canal de Castilla. Durante la segunda quincena del mes se desarrollarán de nuevo, manualidades, aquiafitnnes, voley hierba, tenis de mesa y campeonato de natación infantil para que las tardes de verano sean más divertidas y refrescantes.

Marcha de senderismo por el Canal de Castilla
Una de las citas con más acogida dentro del programa de Recrealia en los últimos años es la marcha de senderismo nocturna hasta la esclusa séptima del Canal de Castilla, combinada con viaje en barco. En esta edición se batieron todas las previsiones y cerca de 130 personas participaron en la marcha. Al filo de las nueve de la tarde la mitad de andarines partían a pie desde la dársena del Canal de Castilla y la otra mitad lo hacían en barco, para encontrarse en la séptima esclusa. Allí tras un pequeño refrigerio se cambiaban los turnos. Los que hicieran la ida a pie regresaron en barco y los que llegaron hasta el destino en barco volvían caminando. Ni la oscuridad de la noche ni la intensa lluvia aplacaron los ánimos de los caminantes. Algunos incluso se atrevieron con la ida y la vuelta.

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