El negrillo: resistente madera para soportales y horquillas

El tronco del Olmo Común es una madera muy aprecida por su fortaleza en la construcción de aperos agrícolas. Sus hojas se usaban como forraje

Gonzalo Franco Revilla

Nombre y características botánicas: El Olmo común, Negrillo u Olmo de Lock (Ulmus Minor) es un árbol caducifolio, de porte robusto. Su tronco es grueso, algo tortuoso y fisurado, corteza pardo grisácea o pardo oscura, muy áspera y resquebrajada. Copa amplia con follaje denso, redondeada que proyecta una sombra intensa, ramas delgadas, lampiñas, con corteza lisa. Hojas simples, alternas y aovadas, puntiagudas con el borde aserrado. Flores agrupadas en inflorescencias de hasta 30 flores, de manera que el fruto madura y se disemina antes de que las hojas estén completamente formadas. Los frutos tienen forma de sámara (tipo de fruto en el que se desarrolla un ala aplanada de tejido fibroso a partir de la pared del ovario) aplastada que rodea completamente la semilla. Inicialmente son de color verde claro, frecuentemente teñidos de rojo, sobre todo en las proximidades de la semilla volviéndose pardo amarillentos antes de caer.

Hábitat y Ecología: Árbol que encontramos en gran parte de Europa, norte de África y Asia occidental, explotado por el hombre desde tiempos remotos, fue extendido por los romanos a lo largo y ancho de toda la extensión del imperio. En la Península Ibérica se encuentra  por la mayor parte del territorio, incluidas las islas Baleares. En general, son árboles que se desarrollan bien en suelos profundos, ricos en nutrientes y que  aguantan bien los  suelos arcillosos y compactos. Aunque son muy resistentes a todo tipo de plagas, desde hace unos años se han visto afectados por la tristemente enfermedad de la grafiosis, que es producida por un hongo de la familia Ofiostomatáceas (Ceratocystis ulmi), que obstruye los vasos y hace que se sequen las hojas, las raíces y al final el árbol. El transmisor o vector es un escarabajo que transporta en su cuerpo las esporas y las extiende desde los ejemplares enfermos a los sanos. Esta enfermedad ha provocado que una especie antes muy  abundante se encuentre en grado de vulnerabilidad y ha llevado consigo la muerte de ejemplares muy antiguos. El uso de fungicidas y de variedades resistentes al hongo ha frenado en parte la extensión de la enfermedad.

Usos y Etnografía: La madera del negrillo resiste muy bien los golpes y la tracción y ha sido muy apreciada desde siempre para la fabricación de carros y aperos agrícolas, habiendo sido la misma base de la industria de la carretería en la mayor parte de nuestra región desde la antigüedad. En Rioseco la mayor parte de las columnas de los soportales son de madera de negrillo y se ha utilizado su madera, después de seleccionar el árbol (recto y con pocos nudos) y dejar secar la madera  durante un tiempo, para fabricar las horquillas que sustentan las paradas de los pasos procesionales. Es característico el sonido del golpeo de la madera sobre el adoquinado de las calles y rúas. Se ha empleado su madera también para fabricar piezas con destino a estar en contacto con el agua, como puentes, molinos y los antiguos palafitos del Neolítico porque aguanta la pudrición. Es una especie ornamental muy apreciada por su sombra tradicional, que en algunos pueblos hacía que se plantaran junto a las ermitas y que bajo su copa se leyeran los bandos municipales, se escucharan los sermones y se bailaran las danzas tradicionales.

Una de las aplicaciones de sus hojas era como forraje que se daba a los cerdos, amasadas con harina de cebada y agua. Este alimento se les proporcionaba en verano, para paliar en parte la falta de fibra y vitaminas de la dieta suministrada a estos animales. En muchas partes de Tierra de Campos se recogía la hornija u hojarasca del negrillo para enrojecer (avivar) la lumbre de los hogares. La leña del negrillo arde vivamente y en la Edad Media se consideraba muy útil contra la gota y el reuma el calentarse con ella. Con las cortezas fibrosas se obtenían cordeles.  Los frutos tiernos son comestibles, los comían los niños y los llamaban sopa de la Virgen en algunos lugares de la provincia de Burgos, patatitos los conocíamos en Rioseco los niños. Como la tierra donde se encuentran las olmedas es muy fértil, se recoge tradicionalmente el negro mantillo para los semilleros de los huertos y viveros. En los viejos troncos del negrillo crecen algunas especies de hongos comestibles como la seta de olmo (Pleurotus ostreatus) y el higadillo (Auricularia mesenterica).

En nuestra región destacan el gran número de advocaciones locales de la Virgen María que atienden al olmo, ejemplos como Nuestra señora del Olmar en Canalejos de Peñafiel y en nuestra pedanía de Palacios de Campos. También hay diversas localidades que deben su nombre a este árbol como la Olmeda (Palencia), Olmedo, Olmillos, Luelmo (Zamora), Valdeolmillos etc.

Importante es el papel que el negrillo ha jugado en la poesía y la cultura de nuestra tierra. Valga como muestra y ejemplo el famoso poema que Antonio Machado dedicó al Olmo soriano: Al olmo viejo, hendido por el rayo/ y en su mitad podrido,/ con las lluvias de abril y el sol de mayo/ algunas hojas verdes le han salido…

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