El humor de Moskis triunfa en la final de monólogos

La final del IV Encuentro de la Comedia llenó, en la tarde del pasado domingo, último día de las fiestas de San Juan, el corro del Carmen riosecano de desternillantes y continuas risas. Un leonés,  Moskis; un vallisoletano, Gele Rogrigo; y tres palentinos, Kodro ‘El Rápido’, El Alacrán y Luis Medina, que entró como reserva debido a la ausencia del finalista Edu Luki, deleitaron al numeroso público asistente con sus respectivos monólogos cargados del humor más ingenioso y divertido.

El jurado -compuesto por representantes de la Escuela de Teatro Mª Luisa Ponte, de la asociación ‘Rúa Mayor’, de la asociación juvenil ‘Asjurio’ y de diferentes peñas locales- otorgó el primer puesto al leonés, que recibió los 400 euros correspondientes. Sin duda, un merecido galardón; pues Moskis con un humor tan ácido y sutil como acertado y ajustado desató desde los primeros minutos de su intervención las carcajadas de los riosecanos; siendo el finalista que más aplausos recibió. Así, en su enérgico y cercano monólogo, ironizó y desmitificó la imperiosa necesidad de aprender idiomas, bajo el lema de “nos estamos volviendo gilipollas”.

El segundo clasificado fue Kodro ‘El Rápido’, que obtuvo como premio la cantidad de 200 euros. El palentino subió al escenario animado y  con su acertado humor consiguió, de inicio a fin, ganarse las risas más desternillantes y los aplausos más entregados de los riosecanos en la calurosa tarde de domingo. Si bien es cierto que hubo un momento clave en la escenificación del de Guardo. Y es que el corro del Carmen derrochó sonoras carcajadas cuando Kodro soltó un inesperado chascarrillo referido a los vecinos de Villabrágima. El Alacrán completó el podio de la clasificación, haciéndose con el tercer puesto y 100 euros. El también palentino trató de forma divertida y jocosa temas y personajes de la vida cotidiana en España, mostrando así un humor cercano y gracioso.

El cuarto y el quinto premio, dotados con 50 euros cada uno, fueron para Gele Rodrigo y Luis Medina, respectivamente. El vallisoletano abordó el cliché por excelencia que etiqueta el cortejo de  toda mujer pucelana: “En Valladolid no se liga”. Además, describió con sorna y soltura a diferentes miembros de su familia; e incluso sus gracias alcanzaron a diferentes personajes de la actual farándula española, como, por ejemplo, Paquirrín.

Por su parte, el palentino, Luis Medina, fue el primero en actuar. En su escenificación, habló con gracia y soltura de su vida privada, ironizó sobre la moda del running y fue divertidamente mordaz al cuestionar la atención que ofrecen al cliente las diferentes compañías telefónicas. Y lo hizo con un monólogo cargado de un importante y animado carácter musical, armado con una guitarra y un ukelele, que, sin embargo, obtuvo una tímida respuesta por parte del público asistente.

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