El embajador de Cuba cautivado por el patrimonio riosecano

Alejandro González Galiano visita la localidad acompañado de Artemio Domínguez y destaca el esfuerzo en conservación y restauración similar al de su Cuba natal

El embajador de Cuba en España, Alejandro González Galiano, se mostró muy “sorprendido” por el rico patrimonio riosecano en la visita institucional que realizó hace unos días a la ciudad de los Almirantes en la que fue recibido por el alcalde, Artemio Domínguez. Aprovechando su presencia en Castilla y León, donde se ha entrevistado entre otras autoridades con el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera o el delegado del Gobierno, Ramiro Ruiz Medrano, el embajador cubano quiso conocer de primera mano la localidad riosecana.

Tras la rápida gira por alguno de los monumentos significativos de la localidad, Alejandro González Galiano, confesaba a La Voz de Rioseco haberse quedado “profundamente impresionado porque no tenía noción ni magnitud de la importancia de esta bonita ciudad”. “He visitado la iglesia de San Francisco, que es majestuosa y que muestra la importancia que tuvo que tener esta ciudad hace siglos. También he podido ver el Museo de Semana Santa y he disfrutado de un agradable paseo por el Canal de Castilla, donde he podido ver de dónde sale la harina de Castilla para elaborar los ricos dulces”, concretó entre risas.

Artemio Domínguez, alcalde de la localidad, resaltó que “el embajador se ha llevado la misma sorpresa que muchos visitantes que no conocían Rioseco y que ahora tienen la necesidad de volver”. El regidor destacó que el embajador cubano se llevó una fotografía como recuerdo junto al monumento al cofrade, en el atrio de Santa Cruz.

Gozález Galiano prometió volver “porque es una ciudad que merece la pena” y destacó el celo y el empeño de las autoridades por conservar el patrimonio; algo similar a lo que ocurre en Cuba, según explicó. “Nosotros también tenemos esa sensibilidad por conservar y restaurar, y aunque es muy costoso vale la pena, porque ningún pueblo puede perder la memoria».

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