El Cristo de las Puertas recorre las calles de Rioseco un año más

Hace cientos de años, los riosecanos decidieron que sus antiguas puertas de las murallas, tras haber dejado de tener una función defensiva, podían ser lugar para la devoción de alguna imagen, como ocurrió en la Puerta de San Sebastián donde los vecinos del barrio fundaron en 1592 una cofradía para rendir culto a una imagen de Cristo cuya festividad, como cada segundo domingo de octubre, ha tenido lugar hoy domingo.

A media mañana, como es tradicional, los hermanos de la cofradía acudieron a buscar al mayordomo a su casa donde, tras darle la enhorabuena y ser invitados a pastas y orujo, le acompañaron al son de los dulzaineros del Valle hasta el arco donde se encuentra la capilla con la imagen del Cristo de las Puertas que, momentos después, salía en procesión con presencia del párroco, Juan Carlos Fraile, del presidente de la cofradía, Mateo Mateo, del alcalde, Artemio Domínguez, y de un buen número de hermanos y riosecanos.

El honor de ser mayordomo ha recaído este año en el riosecano José Antonio Rodríguez quien portó la vara de la cofradía abriendo la procesión. A sus 53 años, Rodríguez, a quien acompañaba Alberto Huerga portando el banderín como mayordomo del año pasado, recordó que siendo muy niño había entrado en la cofradía por tradición familiar siguiendo los pasos de su abuelo Daniel Rodríguez y su padre Antonio Rodríguez, ambos, como él hasta hace poco, tesoreros del Cristo de las Puertas. Al vivir en el molino, a escasos metros del Arco de San Sebastián, el mayordomo también recordó que era tanta la ilusión que cada año tenía en la fiesta del Cristo que siendo niño se puso a tirar cohetes y uno le explotó en la mano.

La procesión  llegó hasta la iglesia de Santa María donde se ofició la misa, tras la cual proseguiría atravesando la calle Mayor para regresar de nuevo al arco San Sebastián, esta vez con los bailes del grupo de Danzas Ciudad de Medina de Rioseco. La tradición señala que el Cristo de las Puertas regrese un año por la calle Ancha y al año siguiente por la calle Nueva, ésta última por la que este año ha bajado. El veterano cofrade Miguel Fernández recordó que hace años la procesión regresaba por la calle en la que vivía el mayordomo, auque lo hubiera hecho el año anterior.

Después de la procesión, tendría lugar un aperitivo popular en el que como es tradicional no faltaron el queso, el pan, el vino y las pastas, viandas que eran las que únicas que hace años se degustaban. Entonces, fueron inevitables los emotivos recuerdos y anécdotas.

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Bendición del restaurado retablo
La festividad del Santo Cristo de las Puertas fue especial este año. El sábado, antes de la popular limonada y pastas, amenizada por una discomovida, tuvo lugar la bendición del retablo de la capilla, ubicada en el habitáculo superior del arco que ha sido restaurado. El altar de madera plicromada del siglo XVIII ha sido recuperado por la empresa Ufizzi con un montante total de 81.713 euros, aportados por el programa Leadercal Campos y Torozos, Caja España, la propia cofradía y donativos de empresas y particulares. En esta intervención mucho ha tenido que ver la Asociación riosecana Protemplos, que vela por la conservación del patrimonio riosecano. El sábado, tuvo lugar el acto de bendición a cargo del párroco Juan Carlos Fraile. El presidente de la Cofradía, Mateo Mateo daba las gracias a todos los que han hecho posible «este sueño tan anhelado por los hermanos del Cristo de las Puertas».