El Cristo de las ‘cuatro’ procesiones


Fotos: www.cofradiacristodelapaz.com

Nadie podría imaginarse en la actualidad un Viernes Santo sin la imponente talla del Cristo de la Paz. Pero hasta no hace muchas décadas, el espectacular crucificado no formó parte de la procesión del Dolor. La Cofradía se refundó en 1952, concretamente el 13 de mayo, por voluntad de un grupo de riosecanos quienes se reunieron en el salón del Ayuntamiento, bajo la presidencia del párroco, por aquel entonces don Sergio Martín.

La imagen, que descansaba en la iglesia de Santa Cruz, tuvo que ser trasladada al templo conventual de san Francisco, tras el desprendimiento de la bóvenda y el posterior incendio del hoy Museo de Semana Santa. El Cristo salió a las calles riosecanas, por vez primera, en la Semana Santa de 1954, concretamente en el Martes Santo desde la iglesia de San Francisco; aunque un año más tarde encontró acomodo en el Miércoles Santo, donde desfiló hasta el año 1958.

También llegó a posesionar durante algunos años en la Procesión del Mandato del Jueves Santo, entre los pasos del Nazareno de Santa Cruz y La Dolorosa y en 1967, definitivamente, se une a la procesión del Viernes Santo. En 1969, desfilaría por primera vez también el Cristo de los Afligidos, perteneciente a la misma cofradía.

Otras de las curiosidades históricas con la que cuenta esta popular hermandad, es que sus cofrades llegaron a desfilar con un hábito muy diferente al acostumbrado en Rioseco, luciendo capirote. Poco duró la experiencia, pues luego se sustituyó por túnica de paño castellano negro, y más tarde, la actual de lienzo blanco. Asimismo, el paso contaba con un curioso mecanismo que permitía subir y bajar la cruz para poder facilitar la entrada y la salida de las iglesias.

Poco a poco, la hermandad se fue consolidando; especialmente cuando sus pasos se acomodaron en la procesión del Viernes Santo y la cofradía fue creciendo en número de componentes, hasta llegar a ser una de las más numerosas de la Semana Santa de Rioseco.

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