El cardenal Carlos Amigo, premio Manuel Clavero

Como reconocimiento a sus méritos humanos, sociales y culturales, el jurado de la Fundación Persán le ha concedido el galardón por unanimidad

M.G.M

Un reconocimiento a sus méritos humanos, sociales y culturales. Así fundamenta el jurado el I Premio Manuel Clavero a Carlos Amigo, concedido por unanimidad. Arzobispo de Sevilla de 1982 a 2009 y cardenal desde 2003, se le considera una figura esencial en Sevilla durante casi tres décadas, según informó el sábado el periódico Diario de Sevilla quien ha creado este año este premio para distinguir a personas de la máxima ejemplaridad para la sociedad civil sevillana, que tengan una obra de señalada trascendencia local, regional, nacional o internacional, como ciudadano del año o por toda su trayectoria vital. La Fundación Persán, dedicada a la acción social, patrocina este premio que toma el nombre del prestigioso jurista Manuel Clavero, presidente del Consejo Editorial del Grupo Joly, editor de Diario de Sevilla. Y otro eminente jurista, Manuel Olivencia, preside el jurado.

Monseñor Amigo protagonizó una viva apertura de la Iglesia a la sociedad civil sevillana, para cuyo conocimiento entabló contacto directo con los más diversos sectores, por alejados que pudieran estar de los postulados de la Iglesia. Uno de los pilares de su actuación ha sido la defensa de la clase política como imprescindible para guiar a la sociedad, para lo que mantuvo una estrecha y fluida relación con gobernantes de todas las ideologías. También fomentó el diálogo entre empresarios y sindicalistas.

Entre sus preocupaciones, logros e ideario están la potenciación de Cáritas, la igualdad efectiva en el seno de las hermandades y cofradías; la mejora de la situación de los presos, a los que continuamente ha visitado en las cárceles; los derechos de los trabajadores, el diálogo interreligioso, o los remedios a la crisis de vocaciones y la situación de las monjas de clausura.

Sus palabras han tenido eco más allá de las fronteras locales en numerosas ocasiones. Un buen ejemplo fue su homilía en el funeral por Alberto Jiménez-Becerril y Ascensión García Ortiz, asesinados por ETA en 1998, a la vera del Palacio Arzobispal. En su dilatada carrera figuran tres hitos especiales: las dos visitas del papa Juan Pablo II a Sevilla en 1982 y 1993, y su participación en 2005 en el cónclave del que salió elegido el cardenal Ratzinger como nuevo Papa.

Fuera del entorno eclesiástico, es miembro de las Reales Academias de Medicina, Buenas Letras y Bellas Artes de Sevilla. A pesar de que hace ya dos años que no ejerce de prelado de la Diócesis hispalense al haber cumplido la edad de jubilación eclesiástica, el cardenal Amigo sigue empadronado en la ciudad, en donde ha dejado la huella profunda de su ejemplar figura, según señala el acta del jurado.

Con la creación del Premio, Diario de Sevilla subraya la valiosa aportación del profesor Clavero a la consolidación del proceso autonómico andaluz, que cumple ahora sus tres primeras décadas. Se ha elegido su nombre para este galardón por considerarlo un modélico profesional, académico y político. La Fundación Persán suma con el patrocinio de este premio una nueva acción social, a la inserción laboral de colectivos con dificultades, su aportación al Plan ADO para deportistas paralímpicos, y una cátedra en la Facultad de Químicas de la Universidad Hispalense.

El premio se entregará en un acto solemne el 26 de enero, en el Alcázar de Sevilla. Con motivo de dar a conocer la concesión del premio, Diario de Sevilla ha publicado en su página web varios reportajes sobre el cardenal riosecano que La Voz de Rioseco quiere hacer llegar también a sus lectores para descubrir un poco más la importante figura de Carlos Amigo.

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