El bar Estrecho, en defensa del maltrecho pepino


Miguel García Marbán

Se cultiva desde hace más de 1.000 años A. C. Fueron los romanos quienes lo introdujeron en Europa y los españoles quienes lo llevaron a América. Hoy en día, es un ingrediente típico en las ensaladas, además de ser un potente hidratante cutáneo gracias, entre otros, a sus vitaminas B y C, y por ello usado en diversas mascarillas o productos hidratantes para la piel. Es el popular pepino, una hortaliza típica en las huertas españolas que en los últimos días ha sufrido una infundada acusación por creerse causante de la epidemia causada por la agresiva bacteria ‘E-coli’.  que ha brotado en Alemania.

Ahora, cuando las aguas tienen que volver a su curso, algo que no parece que vaya a ser fácil, el pepino tiene que recuperar su prestigio y popularidad culinaria. Por eso, cualquier iniciativa en su apoyo, por pequeña que sea, es significativa, aunque sea como la que lleva a cabo el bar Estrecho con distintas acciones como la de sustituir las flores de sus mesas de la terraza por sabrosos pepinos o colocar en una pizarra un rótulo animando a comer un pepino en vez de una salchicha de Frankfurt.

Sin embargo, más allá de crear un conflicto europeo, Vicente Gallego lima asperezas con una tapa en la que aúna posiciones españolas y alemanas con una raja de pepino que lleva encima una pequeña salchicha de Frankfurt. Es la cara y la cruz de una misma moneda que se unen en una feliz simbiosis de sabores. Una buena idea que debería servir de modelo a los altos dignatarios europeos.

share on: