El abrevadero del caño de San Sebastián me trae muchos recuerdos. Cuando éramos niños acudíamos a coger renacuajos y todos ilusionados marchábamos con nuestras latas llenas de esos seres pequeños y nerviosos nadando dentro. Sirvan estos versos para ilustrar esta imagen
Por la verde vereda,
entona la fuente su canto,
el agua en los abrevaderos duerme,
soñando con validos mansos.