Dos jóvenes tanzanas inician su noviciado en Santa Clara

Dos jóvenes Tanzanas ingresaron el pasado domingo en la comunidad clarisa como novicias, después de algo más de un año de postulantado donde Sor Prisca de la Santísima Trinidad Román Ngowi y Clara Inés Janethraymond Mboya, como se llamarán a partir de ahora, se han ido adaptando a la vida de clausura en el cenobio riosecano. Las jóvenes, de 19 y 26 años, fueron las protagonistas en una emotiva eucaristía que tuvo como momento álgido el cambio de sus trajes de novia por el sayo franciscano-clariano para aceptar los votos de castidad, pobreza, obediencia y clausura.

Las dos novicias se someten a un interrogatorio en el que aceptan estos votos. Más tarde se las despoja de vestidos, joyas e incluso se las corta el cabello, para luego ir vistiéndolas con el hábito, la toca, el velo blanco y la corona franciscana. Asimismo, reciben la regla y las constituciones generales de la orden, el libro de la liturgia y se las coloca una corona de flores, símbolo de pureza. Por último cambian sus nombres y a partir de ahora se las conocerá en la comunidad clarisa por Sor Prisca de la Santísima Trinidad y sor Clara Inés.

El proceso para convertirse en monjas clarisa es largo. Las dos nuevas novicias tendrán un proceso de dos años de formación que finalizará con los votos temporales (que hace menos de un mes profesaron otras dos religiosas keniatas en el convento riosecano). Más tarde permanecerán tres años más (junoriado) hasta jurar los votos definitivos y convertirse en monjas clarisas. Ese día se las entregará el anillo, símbolo de su matrimonio con Dios. En la actualidad en el convento de Santa Clara de Rioseco conviven cuatro religiosas españolas y dos mexicanas. Además de dos keniatas que cumplen el periodo de junoriado y las dos novicias tanzanas. [Más información sobre las dos novicias]