Desmontando falsas creencias sobre la toxicidad

El consumo de setas puede matar. Baltasar de la cruz analiza algunas de las populares, pero falsas, fórmulas para distinguir las setas tóxicas de las comestibles

Baltasar de la Cruz. Veterinario

Amanita phalloides (verde) y Amanita caesarea (rojo)

Hace unos días se publicaba la noticia de la muerte de una persona en la provincia de Soria provocada por el consumo de setas, probablemente intoxicada por consumir Amanitas phalloides, por desgracia este accidente se repite todos los años.

Con este artículo pretendo desmontar todas esas creencias, fórmulas y tradiciones que se van trasmitiendo de generación en generación, para distinguir las setas tóxicas de las no tóxicas, creencias que están muy arraigadas entre la gente, en honor a la verdad no tienen ningún fundamento, siendo totalmente falsas y tratar de concienciar a la gente de que este tema hay que tomárselo muy en serio: el consumo de setas puede matar.

La primera idea que tiene que quedar muy clara para el aficionado y más si es un principiante es: Para conocer las setas y determinarlas con garantía, hay que reconocerlas por sus caracteres botánicos; láminas, volva, anillo, color de la esporada, etc, yo suelo utilizar la expresión “Conocer las setas con nombre y apellidos”.

¿Cuáles son las equivocaciones más frecuentes?

“Si cocemos (cocinamos) las setas con una moneda de plata y esta ennegrece, la seta es tóxica”; falso, Cantharellus cibarius (rebozuelo) ennegrece la plata y no es tóxica, es un excelente comestible; Amanita phalloides, no ennegrece la plata y es tóxica-mortal.

Coprinus comatus (barbuda-apaga candiles) Buen comestible.

“Las setas que comen los animales silvestres (babosas, ardillas y otros roedores) no son tóxicas”; falso, la fisiología digestiva de estos animales es muy distinta a la humana y por lo tanto tal afirmación no procede.

“La creencia de que las setas que cambian de color cuando se las corta son tóxicas”: falso, Amanita phalloides no cambia de color cuando se la corta y es tóxica-mortal; Lactarius deliciosus, Lactarius semisanguifluus (níscalos), cambian de color por el látex que desprenden y no son tóxicas (¿Quién no ha probado los níscalos?, son buen comestible…)

“Las setas con olor y sabor agradables no son tóxicas”; falso, Amanita phalloides tiene un sabor dulzón es tóxica-mortal, Entoloma sinuatum (la engañosa, pérfida) tiene un olor muy agradable y es muy tóxica.

“Las setas con volva y anillo son tóxicas”; falso, Amanita caesarea tiene volva y anillo, es la mejor de todas las setas; Entoloma sinuatum (la engañosa, pérfida) no tiene ni volva ni anillo y es muy tóxica.

“Las setas puestas a macerar en vinagre salado durante varias horas y posteriormente hervidas no son tóxicas si se tira el agua de cocción”; falso, las toxinas de Amanita phalloides no se destruye con la cocción, en otras especies como en Gyromitra esculenta, Morchella esculenta, sí.

Amanita phalloides, una especie cuyo consumo es mortal

“Dárselas de comer al gato la noche anterior, si no le pasa nada consumirlas nosotros”; falso, hay setas como el Cortinaruis orellanus, muy tóxica-mortal, donde los primeros síntomas de intoxicación aparecen a los quince días de haberlas ingerido, cuando ya ni nos acordamos de que las habíamos comido, ¿De qué sirvió dárselas al gato?; de nada, nos intoxicaremos nosotros y con toda seguridad el animal.

Por lo tanto; es necesario olvidarnos de estas recetas o teorías mágicas y buscar el asesoramiento científico de un experto o como decía anteriormente “conocerlas con nombres y apellidos”. La prudencia y desconfianza en los “seteros-conocedores-entendidos” que llevan cogiendo setas toda la vida y solo consumen una o dos especies, deben de ser las mejores recomendaciones para prevenir un accidente desagradable.

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