Medio centenar de riosecanos descubrieron este domingo los encantos de una ruta de senderismo por el embalse de la Espina. La mañana amaneció fría, pero soleada; ideal para una ruta de estas características. Aunque los andarines quedaron en la Plaza Mayor de Rioseco, el trayecto a pie comenzó en Castromonte.
El recorrido a orillas del Bajoz recalaba en el pantano de La Espina y de ahí al monasterio cisterciense, para regresar hasta Castromonte, en una iniciativa organizada por el Ayuntamiento de Rioseco y el programa municipal Ponte en Forma. La ruta concluyó con un sabroso cocido en la vecina localidad de Urueña para reponer fuerzas y entrar en calor.