Cuatro medallas coronan una temporada de oro

Una sonrisa de oreja a oreja. La satisfacción del trabajo bien hecho. El último esfuerzo de una temporada que tardará en olvidarse. Cerca de setenta niñas ensayan piruetas imposibles en el tapiz. Algunas se contorsionan, otras giran sobre sí mismas desafiando la Ley de la gravedad. Algunas calientan músculos y otras juegan, cómplices, sin abandonar las risas. No dejan de ser niñas, campeonas sí; pero niñas.

La Escuela Municipal de Gimnasia es un hervidero estos días. Sus últimos triunfos no han restado ganas y concentración; porque aún queda una cita importante, una de las más importantes: la exhibición de gimnasia rítmica prevista para el 14 de junio, donde las pequeñas gimnastas ofrecen lo mejor de sí mismas ante una grada poblada de familiares y amigos.

Virginia Benavides lo ha vuelto a conseguir. Ha sido capaz que la escuela, con muchos menos medios y días de entrenamiento, se codee con los grandes clubes de la región; hasta tal punto que les hayan arrebatado el oro en el último campeonato regional celebrado el pasado sábado en la plaza de toros cubierta de Íscar. Y es que las Chicas de Oro de la escuela riosecana se han acostumbrado a subir a lo alto del cajón en su gran especialidad: los grandes grupos.

Pero no por repetida la victoria es menos importante. Atendiendo al nivel que presentaba la final regional, las cuatro medallas obtenidas (dos de oro y dos de bronce) son de un valor incalculable. En categoría individual, la cadete Teresa Valdivieso logró un espectacular tercer puesto, el mayor logro de la gimnasia riosecana en esta modalidad.

“Estaba muy contenta por estar en la final, salí muy confiada y disfrute mucho”, dice la campeona riosecana que no quiere abandonar la gimnasia rítmica, al menos hasta segundo de Bachillerato”. Valdivieso tenía palabras de reconocimiento para Virginia, que es “muy buena entrenadora y se porta muy bien con nosotras”. Lucía Cimas también firmó una buena final individual y se situó en sexto lugar.

En conjuntos, alevines, infantiles y cadetes lograron un gran quinto puesto, mientras que la apoteosis, como casi siempre, llegó en grandes grupos. El alevín y el infantil se coronaron como campeones regionales gracias a una coreografía perfecta. También brillaron con luz propia las benjamines que se colgaron el bronce. Algo menos de suerte tuvo el grupo prebenjamín, que se clasificaron como séptimas.

La temporada ha sido para enmarcar. Virginia Benavides hacía un balance muy positivo de la campaña y explicaba lo difícil que resulta competir contra los grandes clubes de la región. Ahora prepara la exhibición del día 14 de junio, donde las Chicas de Oro pondrán sobre el tapiz todas las coreografías que las han llevado a cosechar un buen puñado de medallas en las últimas finales.

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